1/4/15

UN TROSKO EN HARVARD AUSPICIADO POR ROCKEFELLER ... NADA NUEVO, NADA DE QUE ASOMBRARSE.


Por Onésimo Burgalés

El pasado 26 de marzo, José Saúl Wermus, más conocido como Jorge Altamira, participó de la Serie de "Charlas Presidenciales 2015" en la Universidad de Harvard; evento organizado por la Asociación de Alumnos de esa casa de estudios y por el Instituto de Tecnología de Massachusetts y auspiciado por el Centro de Estudios para America Latina "David Rockefeller".

Algunos medios levantaron la noticia con asombro. Pero ... ¿Cómo es posible que el líder troskista del Partido Obrero y fiel representante de la IV Internacional en nuestro país sea invitado para disertar en Harvard y auspiciado por el usurero, multimillonario e hiper capitalista David Rockefeller?

A modo de ejemplo, es de destacar la sorpresa del "periodista" Sebastián Wainraich del programa "Metro y Medio" de Radio Metro; quien previo a entrevistar a Altamira dijo: "... Hubo de todo este fin de semana, pero hubo algo interesante: el Sr. Jorge Altamira del Partido Obrero ... ¿A donde dio una conferencia? ... vos me decís, estuvo en La Habana, en Cuba, en la sede del Partido Comunista de Chile ... No, estuvo en la Universidad de Harvard ... ¡Señoras y señores! Jorge Altamira ... Altamira buenas tardes, buenas noches (...) Me sorprende que te hayan invitado de Harvard" y el dirigente troskista le contesta hipócritamente "... Bueno a mí también ...".

Pero, parafraseando al "filósofo" contemporáneo Luis Barrionuevo, ¿De qué se sorprende el "rusitoWainraich? ... ¿Acaso no sabe que el propio León Trosky, cuyo apellido verdadero era Bronstein, fue financiado por las bancas ultra capitalistas para realizar su orgía de sangre durante la Revolución Rusa de 1917?

En efecto, es sabido que entre las aportaciones a la causa bolchevique se destacó la del financiero Jacob Schiff, de la Banca Kuhn Loeb & Co. Pero no fue el único también debe nombrarse a Felix Warburg, Otto Kahn, Jerónimo Hanauer, Max Breitung e Isaac Seligman, y a las entidades bancarias adscritas a la American International Corporation, como Chase National Bank de los Rockefeller, entre otras.

Lo dicho es corroborado por célebre Maurice Pinay, quien en el capítulo "Los Financieros del Comunismo" de su obra "Complot contra la Iglesia" establece que ya "a principios de 1919, el servicio secreto de los Estados Unidos de Norteamérica, entregó al alto delegado de la República Francesa en ese país un memorial en el que categóricamente señala la partición de los principales banqueros en la preparación de la revolución comunista rusa". Para indagar sobre los oscuros vínculos entre las bancas usureras y la revolución soviética se recomienda la lectura de la entrada "¿Quienes financiaron la revolución rusa y el marxismo?" del Blog Unidos x Perón, y las obras "El Cerebro del Mundo, la cara oculta de la globalización" de Adrián Salbuchi, "Historia del Anticristo" de Alberto Ezcurra Medrano, y la mencionada "Complot contra la Iglesia" (Tomo I) de Maurice Pinay.

Por lo visto Trosky y Altamira, o mejor dicho Bronstein y Wermus, no solo coinciden en el hábito de cambiar de nombre, ser correligionarios y destilar veneno clasista e internacionalista, sino que también comparten el mismo "mecenas", la banca Rockefeller.

Pero algún lector desprevenido se preguntará: ¿Como es posible está connivencia entre capitalismo y comunismo? ¿Acaso no son enemigos? Y la respuesta es no. No son enemigos sino que son dos caras de la misma moneda. Es decir la misma ideología de la globalización vista de distintos ángulos.

Adrián Salbuchi, en su obra citada supra, nos aclara la cuestión al expresar que "... ambos universalismos -el marxista y el capitalista- han tenido desde sus comienzos un conjunto de premisas filosóficas, metas y objetivos en común, que en muchos aspectos hizo que sus respectivas doctrinas resultasen simétricamente complementarias. La gran diferencia se verificó siempre en sus respectivas metodologías de implementación que innegablemente fueron diferentes y, en muchos aspectos, diametralmente opuestas". Y revela que "... la estrategia básica desde hace muchas décadas parecía haber sido la de lanzar a ambos 'experimentos' -comunismo y capitalismo- (...) sobre el planeta y luego dejarlos que se desarrollaran según sus propias dinámicas; que interactuaran y, dentro de determinados límites, que entraran en conflicto, para así fortalecerse mutuamente. Luego a su debido momento, la cuestión se reduciría a determinar cuál de los dos 'experimentos' resultaba más apto y viable para impulsar el gobierno mundial".

Lo expresado por Salbuchi lo corrobora Eisuka Sakakibara, director general de la Oficina de Finanzas Internacionales del Ministerio de Finanzas del Japón y miembro de la Trilateral Commission. En efecto, el globalista japonés publicó en el órgano de difusión del CFR (Foreign Affairs) de Septiembre y Octubre de 1995, que la Guerra Fría "no fue más que un conflicto entre dos versiones extremas del progresivismo: socialismo y capitalismo neoclásico. Ambas ideologías fijaron como meta una rápida y justa distribución del bienestar material ... La ex URSS y los Estados Unidos podrían clasificarse juntos como estados experimentales que brindaron al mundo dos alternativas distintas para el progreso". En definitiva, podemos afirmar desde una perspectiva teológica y agustiniana que se trata de dos alternativas inmanentistas para establecer la "Ciudad del Hombre" en detrimento de la "Ciudad de Dios".

Pero es de advertir que incluso no se debe descartar una mixtura de ambos experimentos. A este respecto, Salbuchi destaca la iniciativa de uno de los propulsores del nuevo orden mundial Zbigniew Brzezinski, cofundador de la Trilateral Commission y miembro del CFR, quien en su obra "Entre dos edades: el Rol de los Estados Unidos en la Era Tecnotrónica" de 1971, "... propuso a Occidente encontrarse 'a mitad de camino con el bloque comunista', lo que a su entender implicaba infiltrar al bloque soviético con tecnología, financiamiento y la metodología capitalista de la especulación, al tiempo que se permitía una gradual pero creciente influencia filosófica del marxismo en Occidente". Y concluye Salbuchi que "... nada mejor para controlar a grandes masas de trabajadores que la filosofía marxista, flexibilizada con la tecnología occidental y el estilo de vida estandarizado propuesto por los Estados Unidos como campeón universal del American way of life". Cualquier coincidencia con la actualidad no es pura casualidad ... lo vienen planeando como mínimo desde fines de la Primera Guerra Mundial!!

Por último es de destacar que todo esto ya era explicado por el General Perón en la década del '60. En su obra La Hora de los Pueblos, Perón decía que "el capitalismo y el comunismo soviético no son sino dos aparentemente contrapuestas pero en realidad de verdad, perfectamente unidas y coordinadas. Para comprobarlo, baste recordar 1941, cuando se aliaron para aniquilar a un 'tercero en discordia' representado entonces por Alemania e Italia. No es menos elocuente lo que sucedió en la Conferencia de Yalta en que ambos imperialismos se ponen de acuerdo y coordinan sus futuras actividades de dominio y explotación (...) Pero es que todo tiende a internacionalizarse alrededor de ello, lo que en último análisis es un triunfo del internacionalismo comunista. La masonería, el sionismo, las sociedades internacionales de todo tipo, no son sino consecuencia de esa internacionalización del mundo actual. Son las fuerzas ocultas de la revolución como son las fuerzas ocultas del dominio imperialista".

Por todo ello muchachos, y en especial para vos "rusitoWainraich ... no hay nada nuevo, nada de que sorprenderse.

2 comentarios:

  1. Y son wermus es hermanito de sangre de rockefeller el judio lo mismo que capitalista burgués que bolchevique subversivo

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