El día de hoy, sábado 21 de febrero de 2015, nos embarga el ánimo la triste noticia del deceso de una de las figuras más señaladas del nacionalismo católico argentino: el doctor Aníbal D´Angelo Rodríguez, cuya polifacética figura de abogado, docente, escritor, y conferencista nos acompañó hasta este momento, en que por designio de Dios partió de este mundo hacia la otra vida, donde esperamos pueda gozar para siempre de la compañía de Él y de sus santos.
Polifacética figura, señalamos líneas atrás, que encuentra su unidad más profunda en el modelo del intelectual católico, especie en rápida extensión, pero que él supo representar dignamente hasta el último suspiro, de lo cual da testimonio su ilustre y prolongada trayectoria, que nos deja como herencia a quienes queremos vivir comprometidos con la misma causa que motivó su actividad incansable, esto es, el amor de Cristo Rey y del prójimo, reflejado día a día en la realidad de la familia, el apostolado, y la participación en la vida de la Iglesia.
Pese a los muchos años que pudimos tenerlo con nosotros, por gracia de Dios, no podemos dejar de lamentar su pérdida, mientras encomendamos su alma al Señor e imploramos una lluvia de bendiciones para los suyos. Para ellos también este homenaje de reconocimiento y gratitud que tributamos a Aníbal, de feliz memoria.
Requiem aeternam dona ei, Domine, et lux perpetua luceat ei.
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