"La vida del cristiano es un tránsito que sube del pecado a la gloria en el Reino de Dios. Para facilitar ese ascenso y tomando en cuenta la naturaleza social del hombre, Dios ha creado la Iglesia. Aquél tiene la necesidad de un orden eclesiástico para salvarse; sin ese orden no puede convertirse en cristiano y vivir como tal. Es necesario, y con necesidad esencial, pertenecer a la Iglesia para alcanzar la santidad que abre las puertas del Reino".
La Ciudad Cristiana - Rubén Calderón Bouchet.
Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella.
ResponderEliminarLG, CVII, 14.