18/7/11

SOBRE LA UNIDAD DEL NACIONALISMO

 
La unidad del Nacionalismo Católico Argentino

                                               En los tiempos que transcurren, no es difícil reparar en los diversos mecanismos tendientes a mancillar nuestra Amada Patria. Tales sucesos, hacen recordar a figuras verdaderamente apolíticas, al son de los movimientos del “Dies irae; Dies illa” de la Misa de Réquiem.

                                               Sin embargo, y mal pesar de estos avatares rojos que azotan a nuestras tierras, el nacionalismo se levanta en perenne plegaria a la Virgen María. Así, más allá de las repetidas censuras del régimen “bolchevique” imperante, hemos dado muestra de hidalguía y honor en todos los frentes en que pretendieron entablar batalla.

                                                Mal que le pese por, allí, algún activista disconforme y ajeno al movimiento. No puede negarse que el Nacionalismo Católico esté vivo y que continúe esgrimiendo, con altivez, la Doctrina revelada por la Santa Madre. Unas veces con mayor fervor; y otras tantas, con el ímpetu y la grandeza que nos obsequia el Espíritu Santo, blandimos sin cansancio nuestra ígnea espada, que es el Amor de Cristo.

                                               Como bien señalaba Tertuliano, en la Iglesia de los primeros tiempos: “La sangre de los mártires, son semillas de los nuevos cristianos”. Y en esa dirección, camina esta Iglesia del Pueblo de Dios, comprometida, por su misión bautismal, con el triunfo del Evangelio y la prosperidad de la Patria que es, al mismo tiempo, la Vida y la Familia.

                                               Y, allí, es donde la ANC insta a las diferentes agrupaciones hermanas a continuar con nuestra principal tarea: la restauración nacional de la Patria Católica. Desde nuestro humilde lugar, hemos emprendido toda una serie de actividades destinadas a aunar esfuerzos. Siendo el mismo, provechoso, tanto la en Capital como en el Interior del país.

                                               La política maquiavélica ha ilustrado a sus ciudadanos en la práctica cotidiana de la “macabra dialéctica”. Ya entonces, el padre Castellani, afirma esa “capacidad del argentino” de discutirlo todo con supina autoridad o terminar a los golpes.  Empero, desde ANC, reconocemos la derrota en dicha práctica. No intentamos ocupar espacios que no nos corresponden. Por el contrario, desde nuestro humilde lugar, buscamos la unidad y consolidación definitiva del movimiento.

                                               No afirmamos nada novedoso. Todos y cada uno de los hermanos militantes tenemos plena conciencia de que en nuestra unidad está la victoria. Y no hablamos de un vano o simple triunfo. Por el contrario, nos referimos a aquello que todos juntos anhelamos en lo profundo de nuestros corazones y que gritamos cada vez que enarbolamos la bandera católica: ¡Vida Eterna en Cristo Rey!


Con profundo afecto a Nuestros Camaradas

Juan Damasceno
Acción Nacional Católica
Movimiento Nacionalista La Barbarie
Comando Restaurador Nacionalista
Comando Alejandro Heredia San Miguel de Tucumán

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