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Cuerpos Intermedios

 Comando Restaurador Nacionalista, el miércoles, 22 de diciembre de 2010 a las 13:14
Por E. Z.


“Es tal la debilidad de la naturaleza humana que para conservarse, los hombres, tienen necesidad
unos de otros, del socorro mutuo. Es, pues, la misma naturaleza quien ha agrupado a los hombres y los ha unido en sociedad.”
Pío VI – Quot Aliquantum, 1971 -

Introducción

Esta tendencia natural de los hombres a organizarse en grupos, es lo que encontramos en las
distintas comunidades, agrupaciones barriales, entidades, sociedades, sindicatos, en donde sus
integrantes tienen un mismo objetivo.
“Multitud de diversas sociedades jerarquizadas corresponden a cada menester de la vida humana para los que el hombre aislado sería impotente.” (Juan Daujet).
Consideremos que la más perfecta de estas sociedades naturales es la Iglesia porque es de origen
sobrenatural.
Los cuerpos intermedios, desde el punto de vista político, son la forma natural, o, por medio de un acuerdo, que tiene la familia o el individuo, de relacionarse con el Estado. Es común en las sociedades, ser complementarios unos de otros.

• Cuerpos Locales o Geográficos: Son sociedades relacionadas con el lugar de nacimiento o de vida. Por ejemplo: parroquia, barrio, ciudad, provincia, diócesis, región.
• Cuerpos Profesionales: Son sociedades o agrupaciones específicas de la propia actividad humana como el oficio o profesión. Ejemplos: agrupaciones profesionales, sindicatos, grupos industriales, etc..
• Cuerpos Culturales: Son las escuelas, universidades, centros de formación, conservatorios,
grupos folklóricos, etc..
• Cuerpos Religiosos: Son la Parroquia o Diócesis.
• Cuerpos Recreativos: Clubes, centros deportivos, centros turísticos, grupos de coleccionistas, sociedades de fomento o de festejos.

Tomemos en cuenta que toda esta diversidad de cuerpos intermedios, la vamos a tratar desde la
doctrina, es decir, desde lo verdadero y permanente, que es lo conforme a la exigencia de las
necesidades humanas para que esta diversidad de relaciones nos lleve siempre a las formas más
simples de los cuerpos intermedios.
Sin entrar en los distintos sistemas políticos, que son realidades de una determinana época, país o
continente, lo conveniente de estos sistemas es que tengan una cierta durabilidad dado que es la
única forma verdadera de poder analizar sus resultados.
Entendemos por PROGRAMA, sea político o social, educativo o económico, como un plan de
acción creado para casos concretos. Por eso, los programas son variables según las circunstancias
temporales, geográficas, políticas, etc..
Los diversos componentes de este estudio, atañen a una realidad geográfica, étnica, histórica o
política, que, a través de la cual, debe ordenarse lo económico, educativo, o el desarrollo de un
determinanda región. Es la forma prudente de ordenarlo todo al bien común.



Unidades Geográficas

Aldea o Pueblo

Esta es la forma primaria en que se relaciona la familia con la cmunidad. Cada aldea tiene su
escuela, su fuerza de seguridad, bomberos, cuerpo médico, iglesia en la que desarrolla su vida
religiosa. Es la municipalidad, donde se dictan las leyes para la conservación de la misma y para la
seguridad de sus habitantes.
En cada una se agrupan todas sus actividades: agropecuarias, artesanado, comercio, etc..
La aldea posee una función educadora o moderadora al hablar de una unidad pequeña en donde
todos se conocen. La sanción moral es muy grande. Las buenas costumbres y la moral no pueden
ser infligidas sin que todo el mundo lo sepa.
Posee una tradición desarrollada por generaciones, que debe ser rescatada y acrecentada por la
juventud.
La aldea permite al hombre mantener contacto con su tierra y sus costumbres, establecer relaciones humanas en forma directa y no perderse en el anonimato, como suele suceder en las grandes ciudades. Es decir, que se crea un conjunto de cuerpos intermedios armónicos y favorables al desarrollo de las buenas costumbres, de una vida espiritualmente sana, y por eso es la base fundamental de la civilización rural.
Es importante preservarla con todo tipo de medidas socio-económicas y políticas, dado que muchas veces, por falta de medios y oportunidades (trabajo, estudio), el hombre, se ve forzado a dejar su tierra natal, su origen y su familia, tras el sueño de una vida que supone mejor, en las grandes ciudades, donde por lo general, solo le esperan desilusiones, hacinamiento, pérdida de identidad, de costumbres y de valores morales.
En general, las grandes ciudades modernas con su desarrollo exacerbado y las mareas humanas
circundantes, son el producto del capitalismo liberal, donde los intereses económicos son los que
prevalecen sobre el bien común, determinando así, usos, costumbres y necesidades que solo
atienden a la economía de mercado; estableciendo un consumismo y ambición desmedidos que nada tiene que ver con las necesidades espirituales, morales y reales del ser humano.
Es por eso que debe evitarse que este mal se extienda a la civilización rural, y la convierta en el
patio trasero de la urbe capitalista, liberal y laicista.

La Pequeñas Ciudades

Estas son el escalón inmediato posterior a la aldea, su cuerpo subsidiario.
En un orden social y urbano bien entendido, estas crecen en torno a la iglesia o catedral y a la
escuela o universidad; poseen los mismo beneficios de la aldea.
Es decir que son el cuerpo intermedio entre la aldea y las grandes ciudades, donde a su vez, deben existir una infinidad de cuerpos intermedios.
La civilización industrial moderna y el mal urbanismo, hacen que el hombre desaparezca,
convirtiéndose en la masa uniforme y gregaria del capitalismo liberal, o en manos del estatismo
marxista.
Estas pequeñas ciudades pueden tener universidades, hospitales modernos, bibliotecas o centros
culturales de gran escala. Otras, simplemente, poseen un colegio o son tan solo un centro
administrativo o base militar con su barriada correspondiente. Mismo así, son ese pequeño foco
donde el hombre de la aldea puede verse reflejado o recibir otro tipo de instrucción cultural o
civilizadora.
El problema de las grande ciudades y la infiltración revolucionaria
La función complementaria de las grandes ciudades con respecto a campo no solo se ve deformada en el liberalismo o en el marxismo, sino que también desaparece.
La ciudad se cnvierte en la única comunidad de vida civilizada, no solo no favorecen el desarrollo
de la comunidad agraria sino que la debilitan. Al capitalismo liberal le interesa aumentar la
producción y el consumo para ganar rentabilidad, en esta carrera desenfrenada hacia el progreso, e imponiendo la economía de mercado del liberalismo, provoca asentamientos habitacionales
infrahumanos, hacinando poblaciones procedentes de migraciones internas o de países vecinos.
A su vez, la economía rural se ve en una posición inferior a los monopolios industriales de mayor
rentabilidad, provocando el éxodo del campo a la ciudad.
Esto ha sido promovido por la fortuna del capitalismo y el germen propicio par ala infiltración
marxista que enarbolan la falsa bandera de los obreros explotados, d ella falta de cuidados sociales, sanitarios y culturales, promoviendo así la lucha de clases, la dialéctica marxista y el materialismo histórico.
Tomemos en cuenta que en nuestro pais, el tercio del tottal de la población, se concentra en pocas, pero enormes, conglomeraciones.
Separado de su talla humana, preocupados por sus bienes materiales y superfluos, el hombre se hace presa fácil del totalitarismo, adquiriendo malas costumbres y una falsa moral.
El nuevo hombre, separado totalmente de Dios, pierde sus raíces, se convierte en el proletario,
instrumento útil de la revolución. El marxismo destruye la vida rural en su origen naturla,
colectivizando la tierra, la producción, los cultivos, la economía y hasta los propios seres humanos.
Esto es producto del urbanismo liberal que divide las ciudades en barrios obreros, y creándose villas miserias, fomentandoasí el resentimiento social y facilitando la lucha de clases, dónde a través del anonimato se combate impunemente.
Tanto la aldea depende de la ciudad como la ciudad de la aldea, en su justo orden social. Estas
deben ser complementarias, promoviendose el desarrollo armónico entre ambas.

El Municipio

Es el centro comunal básico donde se trata o gestiona el bien público y los intereses ordenados de
sus integrantes. Cada integrante puede tener una participación útil o buscar representaciones en el mismo.
Hay casos en que los municipios son demasiado importante en todo sentido: geográfico, densidad
poblacional, o político. Es en éstos donde, para no perder el contacto directo con sus integrantes, se recurre a las organizaciones barriales revalorizando los cuerpos intermedios.
Estas organizaciones barriales tienen forma corporativa, son reconociadas a nivel legislativo. Su fin, es que no desaparezcan las relaciones humanas pasando a ser simples puestos administrativos donde los concejales o intendentes pierden contacto con su gente y solo representan intereses partidarios o económicos de sectores que le son favorables.
Es preciso que los municipios gocen de cierta autonomía para no ser un simple ejecutor de órdenes ministeriales, dado que son sus integrantes los que conocen sus necesidades más inmediatas, las cuales son transmitidas al intendente y este a su vez las transmite al gobernador, respetando así el orden representativo, jerárquico y natural.
Es decir que los municipios son representados dentro de la ciudad central y ésta en su capital,
abarcando así, una extensa región, sin caer en autonomismos estériles (provincias).
La aldea o municipio es una unidad local pequeña como fórmula territorial, por eso se pasa en
forma representativa a la provincia o región. Recordemos que varias provincias pueden integrar una misma unidad local. Hay en esta, todo un conjunto de valores espirituales que son heredables de nuestros antepasados, las glorias o historia de un pueblo, gloria concedida por Dios, salvación,
santificación y distintos tipos de apostolados.
Es justo, honorable, que se revaloricen con orgullo todas estas cosas pero sin perder de vista el bien común de nuestra Patria terrenal, nuestra Nación, para no caer en regionalismos o autonomismos.
Las divisiones regionales nunca pueden ser arbitrarias. Son producto de la naturaleza étnica,
folklórica, cultural, social, etc. de un pueblo. No debe caerse en visiones monistas, liberales o
partidocráticas.

Los Cuerpos Profesionales

Responden a empresa, oficio o profesión.
La empresa es la unidad económica natural que resulta de la unión de factores de producción. Todos los miembros de una empresa tienen entre sí, un mismo interés: su buen funcionamiento en pos del bien común y de la producción.
La profesión es la concurrencia común de distintos elementos con vista a un mismo objetivo de
actividad productiva.Cada unidad económica tiene distintas especialidades. Por ejemplo, la
producción automotriz tiene ingenieros, controles de calidad, mecánicos, pintores, electricistas,
montadores, etc.
El oficio es así el aspecto humano personal dentro de los distintos cuerpos profesionales,
corresponde a un título o a una competencia determinada: médico, ingeniero, contable, técnico
electromecánico, etc.
Se puede mudar de profesión conservando el oficio. Ejemplo: el médico que ejercía dentro de
hospitales o sanatorios, puede pasar a trabajar dentro del servicio médico de una empresa o dictar un curso de formación para custodios personales.
Estos tres cuerpos básicos tejen una red infinita de combinaciones posibles.
Un red de seguridad social donde todos podrán refugiarse en el caso de que una determinada
comunidad no les pueda ofrecer las condiciones necesarias.
En contraposición a esto, tanto el liberalismo como el marxismo, nos ofrecen una posición
abusivamente fijista o cartesiana, en donde, por o general, se desprecia el punto de vista humano o social, considerándose solo e punto de vista productivo empresarial o económico y no la justa
ordenación de éstos.

Orden Jerárquico y Función de los Cuerpos Intermedios

Vamos a determinar ahora la razón de ser de los cuerpos intermedios y su propia filosofía. Un orden social a l medida de los hombres establece una cierta complejidad.
El ciudadano del municipio pertence tambien a los demás cuerpos inteermedios: provincales,
regionales, también es padre de familia, es operario en una empresa o trabaja en forma particular, y a su vez, puede adherirse a los otros, por ejemplo: obras de apostolado, grupos de ex-combatientes, de ex-alumnos, etc..
También varía la pertenencia con el tiempo: escuela primaria, secundaria, universidad. Siendo padre de familia también ejerce su profesión, por ejemplo, médico. O puede producirse un cambio geográfico donde varían usos y costumbres por distintos motivos.
Podemos decir que l vida misma es la que teje la complejidad de los cuerpos intermedios.

Funciones Educadoras

• Promover la iniciativa y el ejercicio de la libertad, cada uno en su lugar con libre acceso a
cargos competentes.
• Crear la forma de conservar las tradiciones, oficios, costumbres para el buen desarrollo de
sus integrantes y protegiéndolos, a insertarlos de la formanatural en diversos grupos
humanos.
• Representar a cada particular ante el Estado o diversos grupos sociales, políticos o
económicos.
• Dar, a la vida temporal de estos usos y costumbres, moralmente a su fin superior, la
contemplacion y ascensión a Dios.

Sentido de Iniciativa

De las personas que confrman la trama social de los cuerpos intermedios, de estas bases, surgen las elites de dirigentes de estos cuerpos.
De esta forma se crea una jerarquía social natural con distintos peldaños que permiten al individuo desarrollarse donde, en otros sistemas, el clientelismo, la parte mencionada política o el poder económico, podría haber prevalecido sobre la verdadera capacidad humana.
Es la familia, el seno dónde esto se inicia y se continúa en las distintas sociedades que mantenga las tradiciones y buenas costumbres, es esta forma de educar, capacitar y forjar a sus integrantes
pasando desde la aldea al país entero.
Los cuerpos intermedios son beneficiosos para la educación; a su vez, los individuos devuelven o
retribuyen esto trabajando en ellas para acrecentar la función educativa para sus conciudadanos.
Son generadores de autoridades sociales estrechamente ligadas a los grupos de que han salido, más virtuosos, menos corruptibles, más enérgicos en la representación y defensa de los derechos,
generando, a su vez, nuevos dirigentes.
Una sociedad es tanto más civilizada cuanto más nutrida sea de sociedades intermedias más
diversas y prósperas, evitando así esa diferencia que propicia la lucha de clases.
Se gestan de este modo, elites de campesinos, obreros, artesanos, artistas y de aquellos dedicdos a formaciones espirituales. Dando como resultado que, hasta los estratos sociales más humildes,
posean una rica cultura popular, la única justa y bienhechora “promoción social”.

Usos y Tradiciones

Los cuerpos sociales no se limitan a la creación de elites, sino también a preservar los usos y
tradiciones que mucho tienen que ver con el medio ambiente.
No solo bastan las mejores instituciones para esto; hay una extensa cultura que también se transmite a través de los libros o de la teoría; es en los distintos escalones de la vida social donde el hombre se civiliza por la observación, imitación permanencia o por sus costumbres moralizadoras, creando así sus raíces.
De qué sirve hablar del amor del pueblo, de la solidaridad o de derechos humanos si se destruye a la propia comunidad que es quién puede preservarlas?. Els er humano fue hecho para amar las grandes cosas desde los valores más humildes. La mejor forma es fomentar el lazo entre los distintos cuerpos intermedios para poder llevar a un mayor amor real y eficáz en una misma comunión a través de sus verdaderos valores espirituales y morales, desde al amor a la Patria con vistas a la Patria Celestial y de toda la Nación.

Un orden social justo, favorece la conjunción de los valores individuales con los del resto de la
sociedad quebrando así el egoísmo individual en pos del bien común y debe hacer coincidir el
interés privado y el deber social por medio de una organización de la ciudad donde cada individuo
que falte a su misión social sea reprendido, ya que nadie puede actuar en perjuicio de la Nación más que destruyéndose a sí mismo.
La protección moral de la persona, se bas en su medio ambiente, en su marco social como ya lo
hemos visto, pero no en el anonimato de las grandes ciudades que es donde se excusan los malos
hábitos. Si tomáramos ese individuo denigrado, presa de la revolución permanente, llamado
proletario, y le devolviéramos sus raíces, sus valores culturales, morales y su hábitat natural, con
certeza vamos a obtener un “hombre nuevo” en el sentido cristiano y civilizador.
La paz no se establece obligando al débil a someterse al más fuerte; son los cuerpos intermedios los representantes del individuo ante el Estado, los que generan la verdadera Paz Social.
Lo mismo si se trata de defender los intereses de la profesión, del sindicato, del pueblo o región.
Estos cuerpos son los defensores naturales de las libertades personales contra la fantasía
dominadora del hombre, de una potencia financiera o de un Estado socializante, considerando aquí, la cita de Juan XXIII en Mater et Magistra“Los cuerpos intermedios son la condición
indispensable para que este fenómeno no avasalle a la persona humana. Para sacar por el contrario las ventajas que tienen, es necesario que los cuerpos intermedios y las diversas iniciativas sociales, gocen de una autonomía eficaz ante los poderes públicos.” … “Sus miembros serán considerados y tratados como personas, estimulados a participar activamente en su vida.”
Todos los hombres son llamados a participar de las sociedades naturales o sobrenaturales según sus aptitudes para conseguir su fin único y necesario del bien común, para elevarse hacia Dios Padre, Creador de los seres humanos a quienes hizo a su imagen y semejanza.
Siendo Dios verdaderamente Dios y todo fue ordenado a su Gloria, y el hombre, sirviéndose de su naturaleza fue colocado por él en este mundo para su alabanza y gloria, es natural que tienda a la perfección. Siendo la sociedad fundada por Cristo: nuestra Iglesia, ejemplo de sociedad
jerarquizada.
La misión de la Iglesia es ante todo, la santificación de las almas, haciéndolas partícipes del bien en el orden sobrenatural; ya que Dios no creó lo sobrenatural separado de lo natural, siendo así un orden social favorable a la salvación, el único capáz de guiar al género humano a la verdadera paz social.
Juan XXIII, citando a Pío XI, habló de “la necesidad de una reorganización de la vida en común
mediante la reconstrucción d ellos cuerpos intermedios autónomos, con finalidad económica y
social, no impuestos por el Estado, sino creados espontáneamente por sus propios medios”.






Principio de Subsidiariedad

La variedad de cuerpos intermedios es el pleno orden natural y jerárquico. No todos tienen el
mismo valor o importancia, así es que se ordenan.
Nuestra tarea es la apreciación cierta de ellos en sus respectivos lugares, en su orden social.
Los cuerpos intermedios no existen más que para completar la vida familiar. Esta, aislada, no sería, en general, capaz de cubrir sus necesidades espirituales, culturales, profesionales o materiales. A su vez, cada cuerpo en que se inserta la familia, debe contar con el apoyo de otros.
Subsidium significa “ayuda” y “supletorio”: es lo que completa, suministra lo que falta, es un
suplente. Ejerce la función de reemplazar a un titular en cuanto este no puede cumplir sus funciones o la labor para lo que normalmente fue designado.
Cuando el titular es capaz de desempeñar sus atribuciones por su sola iniciativa y sus propios
medios, sería cometer una injusticia el confiarlas a un suplente.
No corresponde que el Estado o el departamento retengan un servicio municipal que funcione bien.
En último caso, si los trabajos a desarrollar o las tareas pudiesen tener repercusión nacional
(turístico, educativo, ciudades históricas, económicos o industriales), el Estado podrá ayudar al
municipio. Esto mismo se traslada a los cuerpos profesionales, oficios o empresariales.
Esta es la razón de ser de un cuerpo intermedio de rango más alto: ayudar a los inferiores. Son
subsidiarios. Tienen una función supletoria unos de otros.
Enunciados Pontificios del Principio de Subsidiariedad
Pío XI – Quadragéssimo Anno -
Juan XXIII – Mater et Magistra -

La Función Supletoria y el Orden Jerárquico

Éstos están íntimamente vinculados. El orden jerárquico es una disposición natural y armoniosa
conforme a lo real. Cada grupo tiene su sitio, su lugar.
La función supletoria es el principio dinámico de la subsidiariedad y el orden jerárquico es su
aspecto estático.
Si la jerarquía estuviese basada solo en su rango de superioridad, destruirían y anularían a los
cuerpos inferiores; es lo opuesto al principio de subsidiariedad.
En realidad la función estática de cada cuerpo en su lugar es desarrollar la determinación (dinámica)
de ayudar a los cuerpos de menor jerarquía. Esta es su razón de ser.

Orden Jerárquico de los Cuerpos Intermedios

Sociedades Perfectas y Sociedades Imperfectas

El Abate Lefèvbre habla de ello. La Encíclica Divinis Ilius Magistris de Pío XI, dice respecto de la
familia: Ciertamente instituída por Dios para su propio fin que es la procreación y la educación de
los hijos [...] teniendo por esta razón una prioridad en la naturaleza y, por consiguiente, una
prioridad de derechos con respecto a la sociedad civil. […] La familiaes, sin embargo, una
sociedad imperfecta porque no tiene en sí misma todos los medios necesarios para alcanzar su
propia perfección. Mientras que la sociedad civil es una sociedad perfecta, ya que tiene en sí
misma todos los medios necesarios para su propio fin que es el bien común temporal. Tiene pues,
bajo este aspecto, es decir, con respecto al bien común, preeminencia sobre la familia, que halla en la sociedad civil, la perfección temporal que le corresponde.
Otra sociedad perfecta es la Iglesia porque tiene en sí, todos los medios requeridos para su fin que es la salvación de los hombres.
La sociedad civil, gobernada por el Estado, es una comunidad perfecta de orden natural.
La Iglesia es una comunidad perfecta de orden sobrenatural.
Sin embargo, no son las únicas. Otros cuerpos más pequeños como una sociedad filantrópica o un
club de ajedréz, pueden ser perfectas dado que sus integrantes garantizan la vida de la asociación y sus funciones por sí mismas, y esto les basta para cumplir su finalidad.

Comunidades Fundamentales y Comunidades Secundarias

Encontramos agrupaciones que nacen espontáneamente por el hecho de ser el hombre un animal
sociable; comunidades que nacen del mismo orden de las cosas y que es imposible destruir sin
conmover todo el género humano. Es, pues, la familia, la sociedad fundamental, “cuerpo a la vez
natural y esencial” (Pío XI).
De las comunidades barriales, ciudades o provincias, nacen comunidades que no son esenciales,
dado que el hombre bien podría prescindir de ellas, pero que nacen espontáneamente de la vida en sociedad, no importa la forma social o jurídica que tomen a través del tiempo, pero que
corresponden al desarrollo natural de la vida.

Comunidades Secundarias

Nacen por un acuerdo deliberado de sus integrantes.
Según Blanc de Saint-Bornel, por habernos creado Dios lo menos posible quiere que estas
sociedades secundarias aparezcan como la manifestación civilizadora de la participación del
hombre en la mayor gloria divina. Es como si Dios se complaciera en confiarnos el cuidado de
realizar la coronación de su Creación.
A estas comunidades se las califica como artificiales, de lo cual no se puede deducir nada
peyorativo dado que no quiere decir que sean inútiles o superfluas.
El artificio es la prolongación de la naturaleza, una continuación de la Creación, gracias a la
inteligencia y el trabajo humano.
Siendo así, parte natural del cuerpo social, aunque en una necesidad menos imperiosa exigida por el orden de las cosas. Mismo de esta forma se insertan armoniosamente en el desarrollo del orden humano. Su grado de civilización se mide por la proliferación, diversidad y por la vida interna de estas sociedades secundarias.
Mismo así, elegimos llamarlas secundarias y no artificiales.
En resumen, las comunidades sociales, se clasifican en:
• Comunidades Perfectas e Imperfectas;
• Comunidades Naturales y Sobrenaturales;
• Comunidades Fundamentales y Secundarias.
Acabamos de ver el orden jerárquico de los cuerpos intermedios (aspecto estático) y vamos a tratar la función supletoria de los distintos cuerpos (aspecto dinámico).
Cabe destacar que la Iglesia es una sociedad perfecta, siendo que no es la única, dado que hay otras que poseen todos los medios para su fin. Pero sí es la única de origen sobrenatural que la diferencia de los cuerpos sociales que integran una comunidad y del Estado.
La Iglesia tiene un fin universal y debe actuar en todos los órdenes de la vida social.
Dado que asumimos una verdad especulativa en una manifestación concreta y netamente política y social. La moral es la ciencia universal de los actos humanos en sí mismos; es lo que informa a todo lo humano, sea privado o social y es por eso, que la Iglesia, por medio de su doctrina tiene
competencia en todos los aspectos de la vida humana.
Nosotros no aceptamos la idea de una Iglesia reducida, pura y exclusivamente, a lo espiritual.
Los cuerpos intermedios serán tanto más ricos y educadores cuanto más estén impregnados de un mejor espíritu desde sus bases a sus dirigentes.
Toda la vida social y sus distintos cuerpos están impregnados de un espíritu, tanto sea de verdad o de error, que determina la moral.
Siempre hay un espíritu que reina sobre y en el Estado, sobre y en el orden social. Es esto el orden fundamental. Por lo que es indispensables que la Iglesia y su doctrina informen todos los aspectos de la vida humana.
Cuando el orden social es verdaderamente respetado, cuando de salvaguardan las libertades
individuales locales o profesionales, cuando la Iglesia informa los distintos cuerpos intermedios, se desarrolla una función recíproca, dado que éstos cumplen su verdadera función educadora, crean las condiciones adecuadas para una moralidad pública y para el desarrollo religioso. Es decir, los cuerpos intermedios forman y educan pero indirectamente, realizan un apostolado social.
Hay casos en que las sociedades o cuerpos pueden ser corruptores del individuo, tanto sea de forma directa por su misma esencia o de forma accidental. En este caso, debemos observar que el mal se origina en sus miembros directivos y adherentes. Es un problema de moralidad y debemos buscar la solución en la familia, escuela, en los valores morales del barrio, a través de la sanción social, etc..
Sin duda es un problema complejo que más allá del caso particular atañe a una cantidad mayor de personas dentro de un marco geográfico. El desconocimiento de las jerarquías o la disfunción de los diversos cuerpos intermedios es el núcleo de los males más graves y de las mayores conmociones sociales.
Si la Iglesia y su doctrina tuviesen su debido lugar en la sociedad, en todos sus órdenes, a través de su función supletoria, su acción daría a estas sociedades la espiritualidad y la guía moral que las conduzca hacia su fin último.

Autonomía Legítima

Los cuerpos intermedios deben tener vida y actividad propia. Teniendo en cuenta la autonomía que el poder público a estos (externa) y la libre iniciativa de sus integrantes (interna).
El Sumo Pontífice Juan XXIII, nos habla de esto en Mater et Magistra, 2ª parte, dice: “Juzgamos
también necesario que los gremios, por otro nombre cuerpos intermedios, y las diversas iniciativas sociales por las cuales se realiza y expresa sobre todo el desarrollo de las relaciones sociales, se rijan realmente por sus leyes, y asimismo, con provecho del mismo bien común, lo que anhelan conseguir lo disputen en sincera concordia. Y es muy necesario que tales sociedades exhiban la apariencia y la realidad de una verdadera convivencia; la que solamente manifestarán gobernando siempre a sus socios como a personas humanas y llamándoles a tomar parte en sus asuntos.
“Con el progreso de las necesidades por las que se agrupan los hombres de nuestro tiempo, la
sociedad conseguirá más fácilmente un orden recto, cuanto más aúne estas dos cosas: en primer
lugar, la potestad, por la que cada ciudadano o cada junta de ciudadanos están ciertamente
dotados para poder hacer uso de sus propias leyes, conservando la mutua armonía en los trabajos; y en segundo lugar, la acción del Estado, que debe ordenar y favorecer oportunamente las empresas privadas.
Y si se llevaran a cabo las relaciones sociales con tales normas y para la disciplina de las buenas
costumbres, nada impediría que la propia realidad les diera incremento y se aliviaran las cargas y
graves divergencias de los ciudadanos, y que también se cimpliera la esperanza de que no sólo las
dotes propias del hombre mejorarán y se perfeccionarán, sino que ello conducirá felizmente a la
convivencia de los hombres, a una congruente comunidad que, como recomendaba nuestro
predecesor, de feliz memoria, Pío XI, en su Encíclica Quadragéssimo Anno, es totalmente necesaria para satisfacer conjuntamente los derechos y deberes de la vida social.”
El Estado debe ser el motor de los diversos cuerpos intermedios , sin alterar su fin o su naturaleza sin convertir a sus directivos en funcionarios o dando el carácter de administraciones públicas.
Muchas vecese, el temor de ver caer al Estado, sus empresas o recursos naturales, induce all error de crear un coorporativismo estatal, que solo debilita a éste, dado que lo distrae de sus verdaderas funciones.
Toda la ayuda (función supletoria) que el Estado preste a las diversas comunidades políticas,
educativas, económicas, etc., en vías de desarrollo, debe estar orientada de forma tal que, en un
futuro, estas puedan realizarce por sus propios medios.

Derechos de los Cuerpos Intermedios

Estos poderes autónomos de las distintas redes que conforman el orden social, les crean derechos en la vida nacional.
La representatividad de los cuerpos intermedios es la mayor garantía para esos derechos, si bien
consideramos al estado como la agrupación principal para su buen funcionamiento, debemos dar
lugar a los privilegios que, bien entendidos, son los derechos privados que corresponden a cada
cuerpo dentro de su función social, en el marco de sus límites y su naturaleza particular (en su
lugar).

Comunidades Artificiales

Organismos sociales bajo el poder del Estado: Son organismos constituídos por una diversidad
representativa de estamentos sociales, que median entre la familia y el Estado; aparentemente
autónomos pero que se sustentan por medio de cargas sociales impuestas por el Estado, donde sus empleados son pagados con recursas del Estado. Es decir, que no tienen vida propia por medio de la libre iniciativa de sus miembros, sino que son dependientes de una causa interna (Estado Socialista).
No existen los cuerpos intermedios cuando el propio Estado se interpone entre los particulares y él mismo.
El Estado puede obrar como coordinador, ejerciendo así, un factor de equilibrio que garantice el
bien común.


Partidos Políticos

Si bien éstos nacen como cuerpos intermedios, tienen por finalidad la toma del poder del Estado,
dejando de serlo. Es el Estado, más de una vez, quien mediante el individuo, en otro término,
comparte o actúa como fuerza opositora pero en todos los casos por el ansia de poder, terminan
cayendo en la demagogia, clientelismo, aceptando dinero para financiarse. Son excesivamente
vulnerables a quienes detentan el poder financiero y, por conveniencia, a otros cuerpos que sí son
corruptos.

Sindicalismo de Masas

La doctrina católica no condena las asociaciones de artesanos, profesionales, empresarios, etc., en
tanto y en cuanto, ellas son cuerpos intermedios donde su jerarquía e integrantes se asocian en pos de un bien común.
Debiendo evitar el sindicalismo de masas (marxista) que a través de la lucha de clases,utiliza su
influencia para fines políticos con vistas a la toma del poder; evitar caer en el sistema partidocrático que desvirtúa los verdaderos fines de estos cuerpos intermedios con vistas a un bien superior, llevándolos a la corrupción y al abuso de convertir a sus afiliados en fuerzas de choque.

Intervenciones Legítimas e Ilegítimas del Estado

El Estado es el coordinador, mediador o supletor de los cuerpos intermedios, en tanto y en cuanto
éstos lo necesiten.
Debido a que es el organismo moral para guiar los distintos estamentos sociales, hay funciones que, delegadas a la iniciativa privada, podríamos correr el riesgo de que el bien común se vea avasallado por el lucro excesivo, muchas veces estos particulares se convierten en monpolios u oligarquías financieras, al servicio del poder internacional del dinero, atentando y presionando contra el bien común de la Nación. Por eso, el Estado debe regular ciertas actividades y proteger a los cuerpos intermedios dándole a cada uno su orden y jerarquía natural.
Hay otros tipos de intervenciones del Estado, por ejemplo, la nacionalización.
Los regímenes socialistas tienden a interferir en las economías privadas, orientándolas a la
colectividad nacional, que es manejada por el Estado con el discurso faláz de una mayor producción y mejores precios.
Las nacionalizaciones, en realidad, deben estar orientadas a evitar los abusos de particulares,
nacionales o extranjeros, la protección de recursos naturales; evitar la fuga de divisas, el excesivo
afan de lucro y las industrias o emprendimientos que comprometan la soberanía nacional.
La mejor forma de garantizar que estas nacionalizaciones no se conviertan en un abuso, es por la
participación de los cuerpos intermedios.

La Descentralización

Es la salud de los cuerpos sociales, una política equilibrada y estable, orientada al bien común y
superior de los hombres. Un orden natural, la verdadera política en todos los sentidos, de una
Nación con sus cuerpos intermedios bien distribuidos, cada uno en su lugar con su correspondiente autonomía, que no debe confundirse con independencia.
Basada en el respeto por los derechos y los poderes de cada cuerpo social, de acuerdo a sus
competencias, con un Estado que actúa como árbitro y coordinador, realizando aquello que
sobrepasa a los cuerpos intermedios, en tanto sea necesario (supletoriedad del Estado).
Los liberales, muchas veces intermedios, son un paso hacia una especie de colectivización y
equilibran la vida social desde lo económico, por la ley de la oferta y la demanda, siendo que la
libertad sin freno del liberalismo, acaba restringiendo fortunas y libertades a algunas pocas
empresas, por lo general anónimas, de capitales extranjeros que corresponden al poder de la usura internacional, destruyendo así al artesanado, a la pequeña empresa y a las distintas economías regionales.
Para otros liberales, significa el debilitamiento del Estado cuando, en realidad, no hace más que
exaltarlo y que cada uno en su lugar, atienda sus tareas, obligaciones y derechos particualres.
De esta forma se evita que, a través de un Estado que abarca más de lo que le corresponde,
caigamos en la tiranía o anarquía.

Los Cuerpos Intermedios y la Formación de los Gobernantes

En una sociedad organizada, resulta indispensable que los gobernantes y las distintas jerarquías,
tengan informaciones fidedignas, precisas, de forma eficiente, sobre la realidad social de nuestro
pueblo (caso de las encuestas).
Hoy en día, con la visión sectarista de los cuerpos intermedos, resulta muy fácil para los medios de prensa y propaganda, los partidos democráticos, el sindicalismo ideologizado de las masas y los grupos de poder, interponerse entre el gobierno y el pueblo, deformando, manipulando lo que
debería ser una sana comunicación.
El congreso y todos esos traidores falsos representantes de las bases, son un ejemplo acabado que sacrifican todo a sus intereses económicos apátridas, y a la demagogia partidocrática (caso Poncio Pilatos).
La correcta comunicación entre dirigentes y bases, evita huelgas y otros tipos de expresiones
violentas, realzando así la jerarquía del gobierno y la eficacia de los cuerpos intermedios.

Descentralización Local y Profesionales

No es suficiente con una acertada subdivisión municipal, provincial o regional. Muchas veces, los
intereses trascienden límites geográficos; por eso, habalmos antes de que no es v´´alido dividir los cuerpos intermedios en forma cartesiana, sino que es indispensable el respeto de subsidiariedad y de legítima intervención.
A lineamientos generales, la descentralización preveee un consejo con su directorio
correspondiente, que vele por el cumplimiento de las medidas tratadas, y un representante del
Estado (gobernador con su gabinete), que cuide los intereses del gobierno, que de forma bien
entendida, son el bien común de la Patria.
Para que se respete la autonomía y la descentralización, las provincias deben tener vida p`ropia y generar sus propios recursos económicos.
En el caso de las provincias más pobres, el Estado debe subsidiarlas hasta que ellas generen los
medios para su autonomía.
En la administración municipal, por sus dimensiones y el trato de sus integrantes, es que se sufren menos los abusos del sufragio universal, como hemos visto antees, por la sanción social.
El problema de los partidos políticos es que están siempre por causa de su ambición desmedida de ser ellos mismos el Estado, traspasando o, hasta en algunos casos, anulando los cuerpos
intermedios; favoreciendo así, el clientelismo político a través de punteros, la cautividad del
electorado por el método de la pobreza, la desinformación y otra formas de presión.
La ley natural nos enseña un sistema representativo por medio de cámaras múltiples, cámaras de comercio, de industria, consejo nacional agrícola, cámaras de oficios, colegios de médicos,
arquitectos, abogados, etc.. Esta es la forma para que participen de una descentralización auténtica.
Es asi que nace la forma correcta de evaluar, tratar y solucionar ciertos temas. Por ejemplo: Se
estableceran poblaciones obreras en el campo para salvaguardar regiones más pobres, implantando así una economía agro.industrial.
Así como la familia bien entendida, orientada a un fin superior y eterno, encuentra su garantía en su patrimonio material, teniendo la obligación de hacer buen uso de este, lo mismo acontece con los otros cuerpos intermedios, debiendo el Estado favorecer el desarrollo de estas condiciones.

Origen de los Sistemas Totalitarios

El estudio de los cuerpos intermedios, de su función supletoria y de la justa intervención del Estado, nos muestran un Estado natural donde el hombre y la familia se desarrollan armoniosamente, ahora vamos a tratar la contra-posición, que son los Estados totalitarios y la teoría de Juan Jacobo Rousseau con su contrato social que dará origen a dos sistemas aparentemente opuestos al liberalismo y al totalitarismo: “El hombre ha nacido libre y, en todas partes, está encadenado”.
Rousseau advierte el sentido de pertenencia a las distintas comunidades sociales, dice que la
sociedad coarta las libertades personales y tiene el sueño utópico de ser juez único e infalible del
bien y el mal (libertad absoluta).
A los ojos de Juan Jacobo, la ley y el orden natural, son una esclavitud, por eso propone regular
contratos como una nueva forma de asociación de “hombres libres”: “Dado que ningún hombre
tiene una autoridad natural sobre su semejante, y que la fuerza no crea ningún derecho, quedan,
pues, las convenciones como base de toda autoridad legítima entre los hombres.”
Si cada hombre libre no tiene que obedecer “más que a sí mismo”(?) (1ª gran contradicción): “La
enajenación total de cada socio, con todos sus derechos, en favor de la comunidad... Cada uno de
nosotros cederá al común toda su eprsona y todo su poder bajo la suprema dirección de la
voluntad general y recibiremos a cada miembro como la parte indivisible del todo... quien uiera
que rehúse obedecer a la voluntad general, será obligado a ello por todo el cuerpo: lo que no
quiere decir sino que se le forzará a ser libre; porque tal es la condición que, dando cada
ciudadano a la patria, ésta le garantiza contra toda dependencia personal.”
Está todo dicho en el mismo momento en que Juan Jacobo Rousseau propone la libertad, la suprime en manos de una colectividad anónima y, para liberar al hombre, lo aplasta con un Estado sin rostro ni forma; es decir, que no es la sociedad la que está al servicio del hombre a través de los cuerpos intermedios, sino que el hombre pasa a ser suprimido y diluido en la colectividad que es la ley suprema.
El liberalismo destruye los cuerpos intermedios dejando al hombre indefenso ante la masa y el
Estado: “¿Qué es, pues, el gobierno? Pregunta. Un cuerpo intermedio establecido entre los
súbditos y el soberano para su mutua correspondencia, encargado de la ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad, tanto civil como política... Es en el gobierno, dice aun, en donde se hallan las fuerzas intermedias cuyas relaciones componen la del todo al todo o del soberano al
Estado.”
O sea, que entre un pueblo “soberano” y el Estado totalitario, intermedia el gobierno que es el
Estado (?).
Lógicamente, que después de los sofistas, de la libertad absoluta que deriva en anarquía
destruyéndolo todo, se instaura el totalitarismo (muy actual).

El Liberalismo

Es menester decir que el concepto de liberalismo político, nada tiene que ver con el concepto que
los padres de la Iglesia entendían por tal.
El concepto político deriva en una ideología donde la libertad aparede como fundamentl, ordenando el pensamiento y la acción de todo lo humano, en el aspecto económico, reivindica la total libertad de trabajo, de los intercambios; el Estado solo debería garantizar estas libertades, tanto en el orden nacional como internacional, y, los cuerpos intermedios no tienen estatuto político ni derecho fundamentado o poder de ejecución, que garantice, sobre las medidas por éstos reglamentadas. Solo deben limitarse a acuerdos económicos para facilitar el libre intercambio. La última palabra siempre será de los particulares; mismo cuando éstos sean enormes sociedades internacionales.
El liberalismo basa su doctrina económica en la ley de oferta y demanda, como esta funciona
perfectamente, mágicamente nos lleva a la prosperidad, aumentando el poder adquisitivo, la renta y el PBI per cápita.
La intervención del Estado o de algún cuerpo intermedio, desequilibraría la balanza y frenaría la
economía.
El Estado solo tiene derecho a ser un engranaje dentro de organismos supranacionales y solo puede tomar algunas medidas para evitar la inflación o regular la tasa de cambio.
Con el desarrollo industrial, de la técnica, la logística y transportes, el liberalismo ha traspasado las froneras, buscando un terreno más amplio: “El ajuste progresivo de las diferentes economías entre sí por medio del mecanismo de mercado” transforma (destruye) la concurrencia personal, dando lugar a las grandes sociedades internacionales que según el concepto liberal del Estado debe amparar.
El error fundamental del liberalismo, no radica en la ley de la oferta y la demanda, sino en la visión que tienen de ella.
Ignoran las realidades sociales, laborales y el fin último del hombre, el liberalismo tiene una visión materialista de la vida, apunta a la acumulación de riqueza.
En la actualidad, el imperialismo sionista detenta a través de su poderíao económico, el monopolio de los negocios, manipulando el destino de las naciones, ejerciendo presión sobre los diferentes Estados y sociedades. No es en vano que en el último siglo se observara la concentración de riquezas en manos de unos pocos y el empobrecimiento de los trabajadores. Solo así se explica tantos adelantos técnicos, científicos, tantos descubrimientos y la mayor parte de la población en un Estado carente, alienado y vaciado de todo contenido.
Es el alejamiento del fin último, supremo, es el alejamiento de Dios.
Los cuerpos intermedios son los que deben allanar este camino, proporcionando los bienes
espirituales. Constituyen un medio con carácter de institución, que esté por encima de los bienes
materiales que no son más que servidores.
El totalitarismo es y será siempre la consecuencia ineludible del proceso liberal. Ellos afirman que
cuanto más interviene el Estado, tanto más disminuye la iniciativa privada. A su vez, el Estado es
forzado a ampliar su intervención supletoria.
En realidad, la vivacidad, funcionalidad y diversidad de los cuerpos intermedios, reducen la
intervención del Estado.
Solo así el Estado deberá implementar los medios para que este cuerpo intermedio pueda
desarrollarse en forma próxima con su total autonomía. Los cuerpos iontermedios tienen una
función supletoria y la sociedad que establecen con sus integrantes o directivos, es un interés de
objetivos naturales y sobrenaturales en común.
De ahí que Juan XXIII hiciera hincapié, en Mater et Magistra, sobre la necesidad del ahorro y de la difusión de la propiedad privada.
“No pidáis demasiado al Estado, no peude dar más de lo que recibe” (Mariscal Petain)
El Estado socialista cuando anula a los hombres, la familia, los cuerpos intermedios, crea esa
sociedad de masas, ese proletariado que por cuestiones de necesidad, facilita sus revoluciones o el
reclutamiento de grupos subversivos que solo tienden a disolver el orden natural de una Nación.

El Socialismo

Indistintamente del nombre “socialismo”, “colectivismo”, “estatismo”, “laborista”, “democrático”,
o la versión más exacerbada del comunismo marxista, troskista o maoísta, esta corriente se expresa por la visión totalitaria de la vida social. Los cuerpos intermedios funcionan, en el mejor de los casos, como engranajes de un Estado totalitario, único y absoluto, que absorve la vida social, económica, educativa, medios de cmunicación o de formación, asociaciones profesionales, etc. En una palabra, no existe nada que represente al individuo ante el Estado.
Seguros Sociales y la farsa de la ilusión socialista.
Muchas veces el socialismo utiliza el tema del seguro social con una propuesta engañosa de
garantizar al individuo, en caso de accidente, enfermedad, desempleo, cargas sociales o familiares, vejez, etc., siendo todo esto responsabilidad del Estado. De esta forma no respeta la vida y el desarrollo social del hombre ni de la familia; la única intervención válida del Estado es para subsidiar en cada caso donde la familia o el estamento social correspondiente no esté en condiciones de afrontar un determinado problema.

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