9/7/18

LA VERDADERA INDEPENDENCIA ESTÁ PENDIENTE, Y SERÁ AL GRITO DE ¡RELIGIÓN O MUERTE!



¿Sería un caso de falsedad ideológica hablar de Independencia? ¿Tal vez un error de la historia? Es por demás curioso hablar de Independencia cuando España nunca consideró a las Indias como “colonia”. Nunca fue encontrado ese término en los millares de documentos legislativos existentes durante los tres siglos de la mal llamada colonización española.
Podemos si hablar de la evangelización de América, de la gran obra que España realizó, mismo que a la izquierda cipaya y pro británica le moleste; es necesario dejar claro que desde el año 1538 hasta 1812 aproximadamente se fundaron unas 30 Universidades, 16 colegios mayores, se logró pacificar y evangelizar tribus por demás violentas y crueles, hasta llegar a los primeros esbozos de la nueva identidad nacional cuando se unificaron (o mestizaron) pueblos enteros, bajo un mismo Credo.
¿No fue acaso el independentista y constitucionalista venezolano quien dijera en una carta a Simón Bolívar “España nos ha hecho la guerra con hombres criollos, con dinero criollo, con provisiones criollas, con frailes y clérigos criollos”? claramente el pueblo se resistía a ese movimiento independentista; criollos, indios y negros se habían armado para defender a su Rey.
En nuestro suelo Castelli fusilaba a Santiago de Liniers décimo Virrey del Rio de la Plata y quien comandara la Reconquista de Buenos Aires. Moría la Patria y nacía la “Independencia” que nos dividiría en pequeñas republíquelas, muy convenientes a Inglaterra y Francia.
Hoy festejamos la Independencia: somos un país emergente que quiere ingresar al primer mundo, algo lastimoso para nuestra Patria y nuestra gente, una verdadera vergüenza para nuestros mártires y una traición a las generaciones futuras.
Esa independencia o malversada soberanía de la que creemos gozar no es más que un engaño, dado que el 15 de Julio de 2010 Argentina sanciona la mal llamada ley de “Matrimonio Igualitario” expresión primaria de la ideología de género que desprecia el orden natural o toda expresión religiosa y científica, pretendiendo basar la sexualidad humana en una expresión cultural, una construcción personal o colectiva en la que uno puede ser o sentirse cualquier cosa, donde el sexo masculino o femenino no es más que una “imposición de la Iglesia o del patriarcado”, dando lugar a la diversidad de géneros donde se incluye la necrofilia, la pedofilia, la zoofilia y otras degeneraciones parecidas. Una tiranía perversa que hoy nos pretende obligar bajo penas de prisión efectiva a llamar  de Madre a un hombre disfrazado de mujer o que los Padres sean obligados a educar a sus hijos según la ideología de turno que impone el Estado, el mismo que en el año 2012 junto a la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictara una sentencia que permitía promover el aborto, basándose en recomendaciones de funcionarios internacionales de la OEA y de la ONU, quienes a su vez pretendían fundarse sobre interpretaciones de los derechos del niño, de la mujer, la convención Americana sobre derechos humanos, la convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación sobre la mujer y otros instrumentos internacionales de los que nuestro país sería parte.
Un “estado soberano” entregado y sometido a organismos internacionales que no es capaz de defender el derecho a la vida como primer derecho humano, como algo que ni siquiera puede ser sometido a un debate.
Con anterioridad en el año 2003 nuestro “Supremo Tribunal” supuesto garante y custodia de las libertades y derechos fundamentales, comenzó una persecución contra personal de las F.F.A.A., F.F.S.S. y civiles que combatieron la guerrilla marxista en los años 70. Hoy miles están presos, unos 400 murieron en prisión por haber librado una guerra contra un enemigo que fue financiado y entrenado por estados extranjeros, una guerra fratricida, donde no debería haber sido secuestrado, ni herido ni muerto ningún argentino, hubo errores, engaños y una dirigencia traidora que respondió a otros intereses que no eran los nuestros.
Claramente podemos decir que por sobre nuestra propia constitución y contra lo que esa misma Corte sancionará anteriormente se violó todo tipo de justicia, derecho y libertad. Mismo un indulto que solo benefició a la guerrilla, que recibiría subsidios millonarios y pensiones para ellos y sus familiares. ¿Qué pasó con las víctimas de la subversión y sus familiares, con los civiles inocentes que cayeron sin tener arte ni parte en esa guerra? Para ellos no hubo justicia, ni memoria, ni pensiones mucho menos reconocimiento histórico.
Más una vez, un Estado que sometido desde el exterior no fue capaz de lograr la pacificación de la argentina basándose en la justicia y por medio de la manipulación y la mentira continúa dividiendo la sociedad.
¿De qué independencia podemos hablar cuando argentina vive endeudada? desde el empréstito Baring Brothers a la actualidad, somos víctima de la traición de gobernantes que dicen ser “representantes del pueblo”, ese mismo pueblo que en un acto de egoísmo, comodidad o cobardía los elige y reelige dado que son los mismos de siempre, en la política, la justicia y las finanzas. No importa el partido, la moneda, la tasa o el tipo de cambio, siempre nos han endeudado para su propio beneficio o el de sus verdaderos amos: la banca internacional, la sinarquía, la masonería o la tiranía sionista que siempre gobernó a la Argentina desde las sombras.
¿Queremos hablar de Independencia? Antes debemos hacer justicia con nuestros héroes, nuestros mártires y nuestra historia. Nuestra peor ceguera, la capitulación más deplorable y cobarde es abandonar esa lucha en defensa de nuestra Fe, nuestras tradiciones, dejar de proclamar una Argentina grande que ejerza de verdad su autodeterminación política y económica. Debemos dejar de lado ideologías que sirven al Nuevo Orden Mundial y al sionismo en desmedro de lo nuestro, desenmascarar a los traidores disfrazados de revolucionarios que no son más que agentes del imperialismo, a los administradores de turno que ejecutan políticas dictadas por organismos económicos internacionales. Debemos recuperar la Fe y la esperanza, la dignidad que un día tuvimos como pueblo, no podemos despreciar aquello que Dios en su infinita bondad nos dios como propio, es ahí donde la realidad política nacional se convierte en un derecho autentico, en una realidad metafísica cuya existencia se afirma por sí misma, la Patria, ese bagaje religioso, histórico, social y cultural que nuestros antepasados construyeron, son la manifestación genuina de este principio metafísico. Es a partir de esta cosmovisión del orden político y social que hemos de comenzar la lucha por la independencia nacional. Sabemos quiénes son los traidores, quienes son los verdaderos enemigos de nuestra Patria, pues entonces debemos decirlo en voz bien alta y firme:

¡LA VERDADERA INDEPENDENCIA ES ROMPER CON EL IMPERIALISMO SIONISTA Y LA USURA!

Acción Nacional Católica.






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