El 24 de marzo, es la fecha donde el régimen partidocrático
se regocija proclamando memoria, verdad y justicia. Pero la verdad es que no tiene
ni memoria, ni mucho menos verdad ni justicia, tanto por izquierda como por
derecha.
Por el lado de la izquierda, fue impuesto por mandatos
internacionales, organizaciones guerrilleras entrenadas en el extranjero, como
por ejemplo en Cuba, invadiendo su propio país con la horda roja marxista
internacional, arrastrando a muchos jóvenes con la idea de la “revolución”,
proletarizándolos y creando masas en contra de su propia Nación. Haciéndoles
creer en falsos estandartes de guerra como “El Che”. Asesinando y cometiendo
atentados contra el mismo pueblo que decían “defender”.
Del otro lado del
ring, está la derecha, generales del Ejército liberal que también respondieron
a mandatos internacionales, (de EE.UU) y dieron la orden de llevar a cabo el
golpe, que se podría haber evitado.
Actualmente nos encontramos en una situación deplorable, con
guerrilleros ocupando cargos públicos, ganando miles y miles de pesos que
pagamos con nuestros impuestos, con una falta de memoria total, con una gran
indiferencia y repitiendo como máquinas “por lo menos vivimos en Democracia”; mientras
el gobierno actual liberal, servil al sionismo, nos gobierna, con la
complicidad de la “falsa oposición”.
Debemos si, reivindicar justicia por los presos políticos,
combatientes que cumplieron órdenes de defender a la Patria, y ahora son
olvidados por la mayoría. También a los civiles muertos a causa de los
atentados, familias arruinadas, que pocos los recuerdan ni mencionan y mucho
menos están incluido en el lema de “memoria, verdad y justicia” del sistema
democrático hipócrita, que tanto dice “velar por el pueblo”.
En fin, fue una invasión extranjera de ambos lados, uno
respondiendo a otro, para cumplir el mismo fin: imponernos un régimen sometedor
y mentiroso: la Democracia, con la cara de Raúl Alfonsín, masón de grado 33, y
abogado defensor de terroristas.
“El Proceso de Reorganización Nacional fue la
mayor maniobra, la más cruel y mentirosa estafa, que permitió doblegar el
espíritu nacional, humillarlo, enfrentar a su pueblo, crear la desconfianza y
sembrar la miseria. Lo que siguió fue más de lo mismo, los sucesivos gobiernos
constitucionales aseguraron esta dependencia hasta el extremo en el que hoy
vivimos” (Coronel Mohamed Alí Seineldín)
¡Ni fueron 30000, ni fueron inocentes!
Libertad a nuestros presos políticos.
Ni izquierdas ni derechas.
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