VATICANO, 24 Abr. 14 (ACI/EWTN Noticias).- Luego del revuelo internacional que generó las declaraciones de una mujer argentina sobre una conversación telefónica que habría sostenido con el Papa Francisco el pasado lunes, el Director de la Sala de Prensa del Vaticano, el Padre Federico Lombardi, explicó que el Santo Padre no ha autorizado la comunión para los divorciados.
La declaración de hoy del Padre Lombardi señala que “en el ámbito de las relaciones personales pastorales del Papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono. Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa. Las noticias difundidas sobre esa materia –ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales– y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia", concluye la declaración.
La declaración de hoy del Padre Lombardi señala que “en el ámbito de las relaciones personales pastorales del Papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono. Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa. Las noticias difundidas sobre esa materia –ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales– y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia", concluye la declaración.
El comunicado del Padre Lombardi se da a conocer ante la polémica originada por una mujer argentina que habría recibido una llamada del Papa el Lunes de Pascua, en la que le habría sido concedido “permiso” para recibir la comunión “en otra parroquia” pese a estar casada con un hombre divorciado. La historia se ha convertido en un relato complejo y dudoso en cuanto a algunos de sus detalles.
La noticia involucra a Jaquelina Lisbona, de 47 años de edad y a Julio Sabetta, de 50, de la ciudad de San Lorenzo, ubicada a unos 300 kilómetros al noroeste de la capital Buenos Aires.
Sabetta se casó por la Iglesia en 1985 y se divorció legalmente siete años después, en 1992. En 1994 se reencontró con Jaquelina –con quien tuvo una relación en su adolescencia– y comenzaron a vivir juntos tras unirse civilmente. Tienen dos hijas, Candela y Josefina, de 17 y 14 años de edad, respectivamente.
Hace seis años, durante la preparación de Candela para la Confirmación –las dos hijas han recibido el bautismo, la primera comunión y la confirmación– el párroco en ese entonces –a quien erradamente algunas fuentes han descrito como si hubiera dejado el ministerio sacerdotal– le dijo a Jaquelina que no podía recibir la comunión debido a su situación marital.
En septiembre del año pasado y alentada por una de sus amistades, la mujer le escribió al Papa Francisco sobre su situación y su deseo de recibir la Comunión.
La noticia sobre el “permiso” del Papa para que Jaquelina reciba la comunión fue publicada primero por Sabetta en su página de Facebook cuando él escribió: “hoy me paso una de las cosas más lindas, después del nacimiento de mis hijas, tuve la llamada en mi casa de nada más ni menos que del Papa Francisco, fue una emoción muy grande hasta el momento no caímos, esta llamada fue originada por mi Sra. que le envió una carta y él se tomo su tiempo para llamarla y charlar con ella les puedo asegurar que cuando te habla tiene un paz total. ¡Gracias Dios por esta bendición!"
La noticia fue recogida luego por “La Red”, una radio local, y el diario “La Capital”, después por la agencia oficial argentina Telam hasta que finalmente copó la prensa en todo el mundo ayer miércoles.
Lo que le dijo exactamente el Papa a Jaquelina –que en una de sus declaraciones admite que se alejó de la Iglesia, no va a misa y que no es católica “practicante”– es hasta ahora un asunto que no queda claro. Conversando con La Red, Jaquelina dijo que luego de hablar por unos diez minutos con el Santo Padre, él le habría señalado que algunos sacerdotes son “más papistas que el Papa” y que ella podría “confesarse y comenzar a recibir la comunión en otra parroquia”.
En una segunda entrevista, abrumada por la atención internacional y las llamadas de todo el mundo, confirmó que había recibido “permiso” del Pontífice para recibir la comunión, pero señaló que “se suponía que esto debía ser discreto, ahora no sé si pueda ir a algún lado”. Desde ayer Jaquelina no ha dado declaraciones al respecto.
Catholic News Agency (CNA) –agencia del grupo ACI– llamó a casa de Jaquelina y conversó con su hija Candela que confirmó que “el Papa Francisco llamó. Estamos muy felices y honrados como familia”, y explicó que su madre estaba abrumada y que no estaba recibiendo llamadas y había dejado de ir a trabajar en la pequeña tienda que la familia tiene cruzando la calle.
Por su parte, Sabetta ha estado muy disponible para hablar con la prensa. Según su versión “Francisco le dijo a mi esposa que estaba libre de todo pecado, que podía recibir la comunión, que podía ir con paz mental, ya que un divorciado que va (a la comunión) no está haciendo nada malo”. “Él solo le dijo que vuelva a la comunión en otra parroquia para evitar fricciones (con el pastor)”.
Por su parte, el párroco de San Lorenzo, el Padre José Ceschi, dijo luego el miércoles que el supuesto "permiso" para recibir la comunión dado por el Papa sería "absurdo".
Hablando con la radio local La Ocho, el sacerdote dijo: “me alegro primero que el Papa haya llamado a alguien de San Lorenzo, el Papa sorprende con estos llamados y la gente no lo puede creer, me alegra, no es que no crea en el llamado, pero lo que me resulta sumamente raro es que le haya dado permiso para comulgar, es algo tan insólito esto”.
“El Papa nunca va a hacer eso, es imposible que haya hecho eso, es imposible, si él viene de un sacramento anterior es absolutamente imposible. Lo que sucede es que el Papa, como todos los obispos y sacerdotes, tenemos que ser padre, madre y maestro, para tener el corazón abierto pero no pasarse de la línea, decir las cosas como son”.
Sobre su predecesor, que le dijo a Jaquelina que no podía recibir la comunión, el sacerdote dijo que “si el casamiento anterior es sólo por civil, para la Iglesia no hay ningún inconveniente para casarse, después de que se separe de manera legal. Si el casamiento fue por el sacramento del matrimonio, la cosa es distinta, porque la Iglesia no puede dar un paso más allá de lo que diga Jesús”.
Si el anterior párroco, el Padre Sergio, hubiese dado la "absolución en estos casos, es como dar un cheque y vas al banco y te dicen que no tiene plata la cuenta”, dijo.
“Aclaro que creo en el llamado de Francisco porque él sorprende así a la gente, pero lo otro no, son todos inventos o se ha interpretado mal, es absurdo”, concluyó.
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