Pocas horas después de ser elegido, el Papa Francisco pidió al Cardenal José Policarpo, Patriarca de Lisboa, que consagrara su pontificado a Nuestra Señora de Fátima.
Al día siguiente, en el discurso a los cardenales, el Santo Padre dejó bien evidente el motivo que lo movió: “A la poderosa intercesión de María, nuestra Madre, Madre de la Iglesia, confío mi ministerio y el vuestro. Bajo su mirada materna, pueda cada uno de nosotros caminar, feliz y dócil, a la voz de su divino Hijo…”.En abril los obispos portugueses celebraron su asamblea plenaria y acordaron realizar la consagración todos juntos.
Hoy, 13 de mayo, en el Santuario de Fátima (Portugal) se realizará la ceremonia central. ¡Y millones de fieles católicos en todo el mundo se unirán en oración en honor a Nuestra Señora de Fátima!
“Aceptar esta invitación es imitar a Lucía, Francisco y Jacinta que, después de las apariciones tuvieron siempre una preocupación especial de rezar por el Santo Padre” (Padre Carlos Cabecinhas, Rector del Santuario de Fátima).
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