3/9/12

DIOS Y PATRIA


El nacionalismo católico como empresa política y misional es resultado de una voluntad, esclarecida por el saber preciso de los grandes propósitos de la fe universal, no podemos adjudicar el nacimiento del nacionalismo como acción de lucha por decirlo de alguna manera, a la época de la revolución francesa, como afirman algunos conservadores, ya que en la antigüedad misma encontramos como ejemplo al pueblo hebreo fundado sobre los pilares de su religión y su cultura como eje y centro de la organización de su nacion.Por tanto, el Nacionalismo se encuentra en la misma sagrada escritura, en la cual vemos las luchas de los macabeos contra potencias extranjeras amenazantes de su cultura y religión.  El patriotismo nacional es en esta perspectiva, eminentemente aristocrático, y es privilegio de una nobleza, entendido en el sentido espiritual de la palabra, de la nobleza férrea de nuestra estirpe argentina, transmitida patriarcalmente o asimilado en el caso de los inmigrantes católicos y trabajadores que abonaron este suelo aparejados al criollo.
Las comunidades organicas,como la familia, la profesión, la religión no se disuelven en la Iglesia como en al acido corrosivo de ideologías internacionales, mas bien los contiene en sentido integrador, perfeccionando intrínsecamente su naturaleza hasta hacerlas participes de la misión redentora de la Iglesia de Cristo.

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