20/6/11

La Acción Nacional Católica en tributo a nuestra Bandera


20 DE JUNIO CONMEMORACION DIA DE LA BANDERA Y MUERTE DE
 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano

La bandera argentina fue creada 27 de febrero de 1812, durante la gesta por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata Manuel Belgrano dispuso la inauguración de las baterías para esta fecha. En tal ceremonia se enarbolaría, por primera vez en el territorio de la patria el símbolo que constituiría la nueva insignia de la nación.

Recordemos entonces en breve, al prócer co-creador de nuestra insignia en una carta de 1860 al General Mitre.

José Celedonio Dalbin: Comerciante que conoció de cerca al general Belgrano en Tucumán y Buenos Aires. En 1860 escribió al general Mitre dos cartas sobre la personalidad de Belgrano.
El general Belgrano era de regular estatura, pelo rubio, cara y nariz fina, color muy blanco, algo rosado, sin barba; su cara era más bien de alemán que de porteño. No se lo podía acompañar por la calle porque su andar era casi corriendo; no dormía más que tres o cuatro horas, montando a caballo a media noche, que salía de noche para observar el ejército, acompañado solamente de un ordenanza. Era tal la abnegación con que este hombre extraordinario se entregó a la libertad de su patria, que no tenía un momento de reposo, nunca buscaba su comodidad, con el mismo placer se acostaba en el suelo que en la mullida cama.
Se presentaba aseado, como lo había conocido yo siempre, con una levita de paño azul, con alamares de seda negra, que se usaba entonces, su espada y gorra militar de paño. Su caballo no tenía más lujo que un gran mandil de paño azul, sin galón alguno. Todo el lujo que llevó al ejército fue una volanta inglesa de dos ruedas, que él manejaba, con un caballo y en la que paseaba en algunas mañanas, acompañado de su segundo el general Cruz.
La casa que habitaba, y que el general mandó edificar en La Ciudadela era de techo de paja, dos bancos de madera, una mesa ordinaria, un catre pequeño de campaña con delgado colchón que siempre estaba doblado, y la prueba de que su equipaje era muy modesto fue que, al año de haber llegado, me hizo presente se hallaba sin camisas y me pidió le hiciese traer de Buenos Aires dos piezas de hilo de Irlanda.
Se hallaba siempre en la mayor escasez, así es que muchas veces me mandó pedir cien o doscientos pesos para comer. Lo he visto dos o tres veces, en diferentes épocas con las botas remendadas.
El general Belgrano era un hombre de talento cultivado, de maneras finas y elegantes...
El general era muy honrado, desinteresado, recto; perseguía el robo y el juego en su ejército; no permitía que se le robase un solo peso al Estado, ni que se le vendiese más caro que a los otros..
José Celedonio Balbín.
AI atardecer del día 27 de febrero de 1812, Belgrano recorrió la línea de sus tropas, formadas sobre las barrancas del río, y se dirigió a ellas en los siguientes términos:
"Soldados de la patria. En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional; en aquél (señalando la batería Independencia) nuestras armas aumentarán sus glorias. Juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores y la América del Sud será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis decid conmigo: ¡Viva la Patria!".
Luego de recibir análoga exclamación de sus soldados, continuó: "Señor capitán y tropa destinada por la primera vez a la batería Independencia: id, posesionaos de ella y cumplid el juramento que acabáis de hacer".
Cumplida la orden se enarboló, al instante, en ambas baterías, la bandera azul y blanca.

Más arriba nombrábamos a Manuel Belgrano como co-creador de nuestra bandera, esto es en detrimento a que el hombre no es creado,  sino que es instrumento de la creación divina para honra y gloria al todo poderoso. Es tal esto.  Un hecho doctrinario en el entendimiento de Manuel Belgrano, que   los colores de la bandera coincide con varias advocaciones de La Virgen cuyas vestes tradicionalmente son o han sido Albi celestes. Por eso  Decía el coronel Domingo French a los soldados que debían jurar la Bandera nacional, en Luján, el 25 de Mayo de 1812: “(…) Somos el regimiento de la Virgen. Jurando nuestra bandera, os parecerá que besáis el Manto de la Virgen.
Es decir, al jurar y besar la Bandera, los soldados del regimiento debían pensar y sentir que era, al mismo tiempo que la bandera, el Manto de la Virgen de Luján lo que besaban.
Contrariamente a lo que puede pensarse, no se trata de un exceso de retórica o de una metáfora poética, pronunciada con el objetivo de identificar el suelo patrio, simbolizado en la bandera, con la religión católica, representada en la Virgen María y de esa manera exaltar, aunque sea artificialmente, los sentimientos de los soldados hacia la patria y hacia la Virgen.
Si fuera así, si sólo se tratara de una expresión de deseos del coronel French, no habría relación real entre la patria y la Virgen; esa relación existiría solo en la mente y en el deseo del coronel, pero no en la realidad.
Pero el coronel French sabía bien lo que decía, porque sabía bien que la intención del General Manuel Belgrano, al crear la Bandera nacional con los colores celeste y blanco, no era hacer referencia al cielo celeste y blanco que observamos todos los días. Al darle los colores celeste y blanco a la Bandera nacional, estaba honrando, con un acto de profunda devoción mariana, a la Virgen María, más concretamente, a la Inmaculada Concepción, de quien era devoto.
La Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción, vino a nuestra patria traída por los españoles, y en esta devoción, se representaba su manto de azul celeste y blanco. Como la imagen de la Virgen de Luján era también la Inmaculada Concepción, fue vestida con esos mismos colores, y es por eso que la Virgen de Luján tenía los colores celeste y blanco.
Cuando Belgrano creó la Bandera nacional, como era devoto de la Inmaculada Concepción, la Virgen de Luján, para honrar a María, le dio los colores de la Inmaculada Concepción, la Virgen de Luján.
Inmaculada Concepción y Virgen de Luján, vestidas de celeste y blanco, forman una sola realidad con el celeste y blanco de nuestra Bandera nacional: la Bandera es casi como si fuera una prolongación del Manto de María Inmaculada.
Es por eso que el coronel French no estaba lejos de la realidad, cuando les decía a los soldados que cuando besaran la Bandera, les parecería estar besando el Manto de la Virgen de Luján, porque la Bandera lleva los colores de María, Madre de Dios, Inmaculada Concepción, Virgen de Luján.
El Manto de María y la Bandera Argentina, forman entonces una sola unidad, que nos indican el destino eterno al cual estamos llamados libremente a alcanzar por nuestras obras.
Fue la que paro al demonio en las selvas tucumanas y lo envolvió al camarada en viaje hasta su morada, y si algún día as de morir por ella, ella será tu mortaja. Y mas a volado al viento entre tantas mentes claras, y defendió nos de los invasores de otras playas.
 Sereno el pecho la espada, alta la frente guerrera, marcial y firme mirada. Manuel Belgrano levanta con muda fe la bandera que enarbolada flamea y a la virgen se la entrega, y al gran clamor obediente, unos bravíos alzando las armas resplandecientes, ponen su alma valiente bajo juramento. "Señor capitán y tropa destinada por la primera vez a la batería Independencia: id, posesionaos de ella y cumplid el juramento que acabáis de hacer.

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