24/6/11

HOMENAJE A DON PEDRO DE MENDOZA


Acción Nacional Católica conmemora el paso a la eternidad del Caballero y conquistador granadino Pedro de Mendoza.

Pedro de Mendoza

. Caballero de las órdenes de Alcántara y de Santiago. Conquistador español del Río de La Plata y fundador de Buenos Aires. Pedro de Mendoza nació en Guadix, Granada, en 1487 y murió en el mar en 1537.

Pertenece a la familia aristocrática castellana de los Mendoza, titulares del Ducado del Infantado. Como paje de la corte del Rey Carlos I (Carlos Quinto), lleva una vida cortesana y aprende el arte de la guerra (combate a los franceses en Italia).

Pedro de Mendoza, ostentaba la titularidad de la Orden de Alcántara y era por lo tanto caballero. Su abuelo Pedro de Mendoza y Luna era el tercer hijo del Primer Duque del Infantado, aunque algunos autores afirman que su abuelo fue Juan Hurtado de Mendoza. Según esta teoría, Pedro de Mendoza era, pues, bisnieto del célebre Marqués de Santillana y señor de Fresno de Torote. Juan Hurtado se casó con Elvira Castillo y tuvieron un hijo, Fernando de Mendoza, que se estableció, según algunos, en Guadix tras su reconquista en 1489. Fernando de Mendoza sería el padre de don Pedro.

En 1524 recibió el título de Caballero de Alcántara y más tarde cambió esta orden por la de Santiago. 

Pedro de Mendoza financia él mismo la expedición, obteniendo en cambio grandes poderes en su empresa de conquista y de colonización, nombrado Adelantado, Gobernador y Capitán General de un inmenso territorio.

Parte de Sanlúcar de Barrameda con 13 navíos en 1535, y  el 2 de febrero de 1536.funda en el estuario del Río de La Plata la ciudad de Nuestra Señora del Buen Aire (origen de la Buenos Aires actual), a la cual da este nombre en honor a la Virgen, patrona de los marinos de Cerdeña.


Después de haber hecho una entrada en al Paraná, hasta una población establecida por Ayolas y a la que se dio el nombre de Corpus Christi y después el de Nuestra Señora de la Buena Esperanza, Mendoza decidió en ese lugar que Ayolas siguiera remontando el río, en la creencia de que podría salir al Perú y acaso al Pacífico, por vía fluvial. Ayolas emprendió el viaje (en el que sucumbió) y Mendoza, sin conocer el fin de Ayolas, desengañado y sintiéndose enfermo sin remedio, optó por volver a España, después de escribir las instrucciones para su lugarteniente. Mendoza murió en este viaje de vuelta, el 23 de junio de 1537.

Si en estos tiempos de hoy en día reivindicamos a este gallardo hombre de armas y de espiritualidad confesa para que logremos endurecer el espíritu en la necesidad de refundar nuestras almas para el bien común y así refundar la patria en Cristo, así como lo supo hacer Don Pedro de Mendoza, en la nueva España. Unidos bajo este mismo principio de revalorizar nuestra tradición. Todos nosotros lograremos la revolución de la gracia divina. En este país perdido, así sea esto, logrado, inclusive por la lucha con la violencia necesaria así sea esta la de las armas.

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