29/4/14

LA ESPERANZA (I)


Introducción

Hacia el final de nuestro artículo anterior, redactado con motivo de la celebración de la Pascua, aludíamos al hecho de que la secuencia litúrgica se refiriera a Cristo como “Esperanza” (“Spes mea” decía, en efecto, la Magdalena), dando pie con semejante referencia a la idea de que es quizá esta la virtud que refleja mejor que ninguna otra el carácter de este tiempo, que se inicia en el domingo de Pascua, pero que se extiende durante cincuenta días, hasta Pentecostés. Parece oportuno, pues, dedicar nuestras reflexiones semanales de la cincuentena pascual a la profundización del conocimiento de esta “niña muy pequeña”, como ha sido llamada por Charles Péguy.

Ante todo, es menester destacar el lugar que la virtud de la esperanza ocupa en el cuadro general de las virtudes. A este respecto, la tradición cristiana, apoyada en el dato revelado (cfr. Eclo. 2, 8ss; I Cor. 13, 13), ha reconocido a la esperanza como una de las tres virtudes teologales, así llamadas por un triple motivo, a saber: su existencia nos es revelada por el mismo Dios, que es quien a su vez las infunde en nosotros, y a quien ellas, finalmente, tienen por objeto (cfr. SANTO TOMÁS DE AQUINO, S. Th., I-II, q. 62, a. 1). La esperanza, en este contexto, lejos de ser una mera pasión, constituye el hábito sobrenatural por el cual tendemos eficazmente a la unión plena con Dios en la vida eterna, dada por la caridad.

En su magnífico libro “Las virtudes fundamentales”, el filósofo alemán Josef Pieper nos brinda una profunda interpretación de la esperanza cristiana: “La esperanza cristiana es principalmente y ante todo la dirección de la existencia del hombre a la perfección de su naturaleza, a la saciedad de su esencia, a su última realización, a la plenitud del ser, a la que corresponde, por tanto, también la plenitud de la suerte, o, mejor dicho, de la felicidad” (Ediciones Rialp, Madrid (España), 2010, p. 26). Por otra parte, afirma asimismo Pieper que “la única respuesta que corresponde a la situación real de la existencia humana es la esperanza. La virtud de la esperanza es la virtud primaria correspondiente al status viatoris; es la auténtica virtud del «aún no». En la virtud de la esperanza se entiende y afirma el hombre ante todo como ser creado, como criatura de Dios” (Ibid., p. 361).

Es importante volver sobre la naturaleza sobrenatural (valga el juego de palabras) de la virtud de la esperanza, máxime tratándose de un término análogo, que sirve para designar realidades que, si bien pueden resultar semejantes, guardan una radical diferencia entre sí. En efecto, existe también la pasión de la esperanza, y su manifestación a nivel meramente natural, como deseosa expectación de algo que es aprehendido como un bien. Pieper destaca con gran agudeza la irreductible diferencia que separa a ambos tipos de esperanza, a la vez que percibe una no menos profunda continuidad: “El hombre natural nunca podría, por mucha grandeza de ánimo que tuviera, esperar la vida eterna, consistente en la visión bienaventurada de Dios, sin caer con ello en la soberbia (y cesando, por tanto, de tener grandeza de ánimo). Y, no obstante, en toda esperanza natural se alude implícitamente a esta sobrenatural plenitud de ser, a la que se dirige la virtud teologal de la esperanza. Todas nuestras esperanzas naturales aspiran a realizaciones que son como reflejos y sombras confusas de la vida eterna, como sus inconscientes preludios. La virtud de la esperanza trae también, en un sentido concreto, ordenación y dirección a la esperanza natural del hombre, la cual por ella queda vinculada a su propio y último «aún no»” (Ibid., pp. 373-374).

Ahora bien, el carácter específicamente cristiano de la esperanza a que aquí nos referimos no obedece solamente al hecho de tratarse de una virtud teologal, vale decir, sobrenatural, sino también, y sobre todo, a su intrínseca referencia a Cristo Jesús. “Cristo es el fundamento real de la esperanza. En una insondable frase de la Epístola a los Hebreos se habla de la «esperanza que tenemos como segura y firme áncora de nuestra alma y que penetra hasta detrás del velo adonde entró por nosotros como precursor Jesús» (6, 19-20) (…) Cristo es al mismo tiempo el cumplimiento real de nuestra esperanza (...) San Pablo no ha dicho «seremos salvados», sino «estamos ya ahora salvados» (Rm. 8, 24); pero todavía no en realidad (re), sino en esperanza; dice «en la esperanza somos salvos» (...) Esta vinculación entitativa de nuestra esperanza a Cristo es tan decisiva que no puede esperar nada quien no está en Cristo” (JOSEF PIEPER, op. cit., pp. 371-372).

La otra cara de esta última afirmación del filósofo tomista alemán, que nos ha guiado a través de estas reflexiones sobre la esperanza, es que, por el contrario, todo lo puede esperar quien sí está en él, vale decir, en Cristo Jesús, la memoria de cuya gloriosa resurrección llena los días de la cincuentena pascual. La Virgen Madre, “vida, dulzura y esperanza nuestra”, nos ayude a ejercitar esta hermosa virtud y lleve hacia su Hijo.

28/4/14

EL CREDO COMENTADO POR SANTO TOMÁS DE AQUINO - ARTÍCULO 3


Que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen.


38. El cristiano debe creer en el Hijo de Dios, como acabamos de mostrarlo. Pero ello no basta: también es menester que crea en su Encarnación. Por lo cual San Juan, después de haber dicho muchas cosas muy difíciles y elevadas sobre el Verbo, nos habla enseguida de su Encarnación cuando dice: Y el Verbo se hizo carne (1, 14).

Y para que podamos entender algo de este misterio, propondré dos ejemplos.

Es indudable que nada es tan parecido al Hijo de Dios como el verbo que nuestra inteligencia concibe sin proferirlo por los labios. Ahora bien, nadie conoce al verbo mientras permanece en la inteligencia del hombre si no es aquél que lo concibe; pero en el momento en que nuestra lengua lo profiere es conocido por los que lo oyen. Así el Verbo de Dios, mientras permanecía en la mente del Padre, era conocido solamente de su Padre; pero una vez que se revistió de carne, como el verbo del hombre se reviste con el sonido de la voz, entonces por vez primera se manifestó y fue conocido, según dice Baruc: Después se dejó ver en la tierra y convivió con los hombres (3, 38). 

He aquí el segundo ejemplo. Conocemos por el oído el verbo proferido por la voz, y sin embargo no lo vemos ni tocamos; pero si lo escribimos sobre un papel, entonces podemos verlo y tocarlo. Así el Verbo de Dios se hizo visible y tangible cuando fue como escrito en nuestra carne; y así como al papel en el que está escrito el verbo del rey se lo llama verbo del rey, así también el hombre al cual se unió el Verbo de Dios en una sola persona se llama Hijo de Dios. Recordemos las palabras del Señor a Isaías: Toma un pergamino grande, y escribe en él con pluma de hombre (Is. 8, 1). Por eso los santos Apóstoles pusieron en el Credo: "Que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen". 

39. En relación con esta doctrina muchos son los que erraron. Por lo cual los Santos Padres, en otro Símbolo, en el Concilio de Nicea, añadieron numerosas precisiones, en virtud de las cuales todos esos errores están ahora destruidos.

27/4/14

LA ANC EN LAS "JRJ - BS. AS. 2014"


Este sábado 26 de abril de 2014, la Acción Nacional Católica (ANC) se hizo presente en las "Jornadas Regionales de la Juventud - Bs. As. 2014", que se llevaron a cabo en el Planetario del Barrio de Palermo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En el encuentro se reunieron miles de jóvenes católicos de la arquidiócesis de Buenos Aires y de las diócesis de Avellaneda-Lanús, Quilmes, Lomas de Zamora, San Justo, Gregorio de Laferrere, Morón, Merlo-Moreno, San Miguel, San Martín y San Isidro; y la ANC aprovechó para dar testimonio de militancia católica y recolectar firmas para Consagrar a nuestra Patria al Sagrado Corazón de Jesús.

El Padre Pepe Di Paola junto a algunos de nuestros miembros
en el puesto de la ANC en las "JRJ - Bs. As. 2014".

26/4/14

LO QUE NO PUBLICAN LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN


VATICANO, 25 Abr. 14 (ACI).- El Papa Francisco enfatizó la santidad e indisolubilidad del matrimonio cristiano durante el encuentro que tuvo este viernes 25 de abril con un grupo de obispos africanos, a los que también exhortó a ser testimonios de la verdad y no olvidar que la asistencia material debe ir acompañada de una sólida guía moral y espiritual.

“La santidad y la indisolubilidad del matrimonio cristiano, que con frecuencia se desintegra bajo la tremenda presión del mundo secular, debe ser profundizada por una clara doctrina y apoyada por el testimonio de parejas casadas comprometidas”, expresó el Papa durante el encuentro con los obispos de la Conferencia Episcopal de Sudáfrica y los obispos de Botswana y Swazilandia.

Afirmó que “el matrimonio cristiano es una alianza de amor para toda la vida entre un hombre y una mujer que implica sacrificios reales para alejarse de las nociones ilusorias de la libertad sexual y fomentar la fidelidad conyugal”. Además, expresó su aprecio por los programas de preparación para el matrimonio que dan a los jóvenes ''una nueva esperanza para su futuro como esposos y esposas, padres y madres''.

24/4/14

UNA MENTIRA MÁS DE LA PRENSA, Y VAN ...


VATICANO, 24 Abr. 14 (ACI/EWTN Noticias).- Luego del revuelo internacional que generó las declaraciones de una mujer argentina sobre una conversación telefónica que habría sostenido con el Papa Francisco el pasado lunes, el Director de la Sala de Prensa del Vaticano, el Padre Federico Lombardi, explicó que el Santo Padre no ha autorizado la comunión para los divorciados.

La declaración de hoy del Padre Lombardi señala que “en el ámbito de las relaciones personales pastorales del Papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono. Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa. Las noticias difundidas sobre esa materia –ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales– y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia", concluye la declaración.

21/4/14

ATENCIÓN!!! NUEVA FECHA PARA LA CONFERENCIA DE CAPONNETTO


Por motivos ajenos a nuestra agrupación, hemos debido modificar la FECHA de nuestra segunda conferencia del año. En consecuencia la disertación sobre la "Defensa de la Verdad" del Profesor Antonio Caponnetto se llevará a cabo el martes 29 de abril de 2014 a las 19 horas en el Colegio Calasanz.

20/4/14

SURREXIT CHRISTUS, SPES MEA


Hoy, domingo 20 de abril de 2014, los católicos de todo el mundo hemos vuelto a celebrar, como cada año del Señor, la Pascua de Jesucristo, vale decir, su gloriosa resurrección de entre los muertos, su paso (“Pascua”) de la muerte a la vida, acaecida al tercer día de su muerte y sepultura.

Con razón decía el gran Padre y Doctor de la Iglesia que fue San Agustín: “No es gran cosa creer que Cristo murió; porque esto también lo creen los paganos y judíos (…) La fe de los cristianos es la resurrección de Cristo” (Enarrationes in Psalmos, 120). En efecto, si bien puede aparecer dicha afirmación como una simplificación excesiva, se halla bastante a tono con la predicación del apóstol San Pablo, quien después de explicitar a los corintios la esencia de su mensaje (I Cor., 15, 3-4: “Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura”), afirma con más fuerza aún la centralidad de la resurrección del Señor en el conjunto del misterio cristiano: “Y si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes” (Ibid., 14).

¿Cuál es el motivo de esta insistencia? Dice el mismo Apóstol en su carta a los Romanos: “[El Señor Jesús] fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación” (4, 25). A este respecto, si bien no es menester diseccionar el misterio de la redención conforme a esquemas forzados, sí lo es subrayar, en cambio, la importancia particular que representa cada una de sus etapas. En este sentido, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica parafraseando el texto paulino antes citado, “hay un doble aspecto en el misterio Pascual: por su muerte nos libera del pecado, por su Resurrección nos abre el acceso a una nueva vida” (n. 654). Por lo demás, “la Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó. Todas las verdades, incluso las más inaccesibles al espíritu humano, encuentran su justificación si Cristo, al resucitar, ha dado la prueba definitiva de su autoridad divina según lo había prometido.” (Ibid., n. 651)

Ahora bien, todo lo que se ha sostenido hasta aquí presupone como propiedad de este misterio una en especial, a saber: la historicidad. En efecto, y sin perjuicio de su carácter de objeto de la fe, “el misterio de la resurrección de Cristo”, dice el Catecismo, “es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento” (n. 639). Tales manifestaciones son las que hacen desde todo punto de vistas “imposible interpretar la Resurrección de Cristo fuera del orden físico, y no reconocerlo como un hecho histórico” (Ibid., n. 643).

Con aseveraciones como estas, el Magisterio de la Iglesia sale al paso, como ya lo ha hecho en el pasado (ver, por ejemplo, las proposiciones 36-37 condenadas por el decreto Lamentabili, de 1907), de las vanas doctrinas innovadoras que de un modo u otro buscan diluir la auténtica fe católica, al sostener que “la resurrección habría sido un "producto" de la fe (o de la credulidad) de los apóstoles”, cuando, por el contrario, “su fe en la Resurrección nació - bajo la acción de la gracia divina - de la experiencia directa de la realidad de Jesús resucitado.” (Ibid., n. 644)

Ahora bien, la impactante realidad de la Resurrección incluso como acontecimiento meramente histórico, no debe hacernos olvidar que se trata de un misterio, no solo porque excede con mucho a la experiencia común humana, sino sobre todo por la eficacia salvífica que en él se revela. La Resurrección, en efecto, forma parte del designio salvador del hombre, y este es su significado como intervención trascendente en la historia de las tres divinas Personas (cfr. CATIC, nn. 648-650).

La hermosísima secuencia que se canta durante toda la octava de Pascua, Victimae Paschali Laudes, se refiere a Cristo con el nombre de una virtud que quizá como ninguna otra refleja el carácter de este tiempo: la esperanza. El texto musical, en efecto, pone en labios de la Magdalena esta bella expresión: “Surrexit Christus, spes mea” (“Resucitó Cristo, mi esperanza”). En este sentido, dice otra vez el Catecismo: “La Resurrección de Cristo - y el propio Cristo resucitado - es principio y fuente de nuestra resurrección futura: "Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron... del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo" (1 Co 15, 20-22). En la espera de que esto se realice, Cristo resucitado vive en el corazón de sus fieles.” (n. 655)

Dada la dificultad de los tiempos que corren, es especialmente importante en nuestros días para el fiel cristiano aferrarse a la esperanza que brota de la fe en este sublime misterio; no en vano se refiere el mismo San Pablo a los paganos como a hombres “sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Ef. 2,12). Las tinieblas que se ciernen cada vez más espesas sobre nuestra generación dan testimonio, entre otras cosas, de una radical falta de esperanza, mal endémico que afecta al hombre moderno, aunque no sea esa quizá la forma más frecuente de enfocar la cuestión. Pero la realidad es que en las entrañas de todo pecado, que es a la vez aversio a Deo (aversión a Dios) y conversio ad creaturas (conversión a las criaturas), está latente una verdadera desesperación, por cuanto dirige al hombre en busca de una felicidad que nunca podrá hallar fuera de su Creador. De ahí que una era como la nuestra, al haber hecho del rechazo de la ley de Dios su divisa, sea con toda propiedad una era sin esperanza. Con todo, en medio de esa oscuridad todavía brilla con un resplandor vigoroso, que no decae ni decaerá nunca, la luz encendida de una vez para siempre en aquella noche, que “sola ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos” (Pregón pascual).

FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN


Ofrezcan los cristianos 
ofrendas de alabanza, 
a gloria de la Víctima 
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva, 
a Dios y los culpables, 
unió con nueva Alianza. 

Lucharon Vida y muerte, 
en singular batalla, 
y, muerto El que es la Vida, 
triunfante se levanta. 

“¿Qué has visto de camino, 
María, en la mañana?” 
“A mi Señor glorioso, 
la tumba abandonada…

Los ángeles testigos, 
sudarios y mortaja. 
¡Resucitó de veras 
mi amor y mi esperanza! 

Venid a Galilea, 
allí el Señor aguarda: 
allí veréis los suyos, 
la gloria de la Pascua.” 

Primicia de los muertos, 
sabemos por tu Gracia, 
que estás Resucitado, 
la muerte en Ti no manda. 

Rey Vencedor, apiádate 
de la miseria humana, 
y da a tus fieles parte, 
en tu Victoria Santa. 

Amén.

14/4/14

EL CREDO COMENTADO POR SANTO TOMÁS DE AQUINO - ARTÍCULO 2


Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.


28. No sólo les es necesario a los cristianos creer en un solo Dios, y en que Él es el creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas, sino que también les es necesario creer que este Dios es Padre y que Cristo es verdadero Hijo de Dios

Lo cual, como dice San Pedro, no es una fábula, sino algo cierto y probado por la palabra de Dios en la montaña: Os hemos hecho conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad. Porque recibió de Dios Padre honor y gloria cuando de la magnífica gloria descendió una voz que decía: Éste es mi Hijo amado en quien estoy complaciéndome, escuchadle. Nosotros mismos oímos esta voz venida del cielo, estando con Él en el monte santo (2 Pe. 1, 16-18).

El mismo Cristo Jesús en muchas ocasiones llama también a Dios Padre suyo y se dice Hijo de Dios. Por eso los Apóstoles y los Santos Padres pusieron entre los artículos de fe que Cristo es Hijo de Dios, al decir: "Y en Jesucristo su Hijo", es decir, el Hijo de Dios.

29. Sin embargo, hubo algunos herejes que entendieron esto de manera errónea.

En efecto, Fotino dice que Cristo es Hijo de Dios exactamente como lo son los hombres virtuosos que, por vivir honestamente y por cumplir la voluntad de Dios, merecen ser llamados hijos de Dios por adopción. De la misma manera Cristo, dice, cuya vida fue virtuosa y conforme a la voluntad de Dios, mereció ser llamado hijo de Dios; y también afirmó que Cristo no existió antes de la Santísima Virgen, sino que comenzó a existir cuando ella lo concibió en su seno.

Y así erró DOBLEMENTE. PRIMERO, por no proclamar que Cristo es verdadero Hijo de Dios según la naturaleza; SEGUNDO, por decir que Cristo, según todo su ser, comenzó a existir en el tiempo; mientras que nuestra fe afirma que Cristo es Hijo de Dios por naturaleza y lo es ab aeterno, conforme a testimonios expresos de la Sagrada Escritura.

En efecto, CONTRA EL PRIMER ERROR dice la Escritura no sólo que Cristo es Hijo de Dios, sino también que es Hijo único. El Hijo único de Dios, que está en el seno del Padre, Él mismo ha revelado a Dios, dice San Juan (1, 18). Y CONTRA EL SEGUNDO ERROR el mismo Cristo ha afirmado: En verdad, en verdad os digo, antes que Abraham fuese, Yo soy (Jo. 8, 58). Ahora bien, es claro que Abraham existió antes que la Santísima Virgen. Por eso los Santos Padres, en otro Símbolo, contra el PRIMER ERROR, agregaron a las palabras: "Creo en Jesucristo" estas otras: "Su único Hijo"; y contra el SEGUNDO ERROR: "Nacido del Padre antes de todos los siglos".

13/4/14

SOBRE LA SEMANA SANTA


Con la celebración del Domingo de Ramos, se inicia hoy para todos los fieles cristianos una nueva Semana Santa, en que una vez más nos convocará la conmemoración de los misterios centrales de nuestra fe, a saber: Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.  
El recuerdo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén nos coloca ya desde ahora ante el contraste que atraviesa toda la vida terrena de Cristo, y se manifiesta de un modo especial en los sucesos de esta Semana: grandeza-humildad, victoria-derrota, gozo-dolor, vida-muerte. En efecto, junto a las aclamaciones del pueblo hebreo hallamos hoy el relato anticipado de la Pasión, y junto a las palmas elevadas en las manos de los fieles, el color rojo de los ornamentos sacerdotales, que evocan la sangre derramada por nuestra salvación. Del mismo modo, al carácter sobriamente festivo del Jueves Santo, día en se recuerda la institución de la Eucaristía y el sacerdocio a la vez que el mandamiento de la caridad, sigue el duelo del Viernes Santo, que a través de serena y silenciosa esperanza del Sábado de gloria se resuelve en el radiante triunfo del Domingo de Resurrección, con el resurgimiento de Cristo del sepulcro. Es finalmente esta Pascua, vale decir, el paso de la muerte a la vida, figurado en los acontecimientos del Antiguo Testamento, lo que se constituye en fuente de esperanza para los fieles que aún peregrinan en esta tierra, conforme a las palabras del Apóstol: “Así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida” (I Cor. 15, 22-23).

La teología y la espiritualidad, en primer lugar, pero también el arte en sus más variadas manifestaciones, han producido auténticas maravillas a lo largo de la historia, cada uno a su manera, para rendir honor a la figura del Salvador en los misterios principales de la Redención. Difícil resulta, por tanto, no solo decir algo que no se haya dicho aún, sino incluso elegir de entre los tesoros que el espíritu humano, fecundado ciertamente por la gracia divina, ha ofrecido como homenaje al Divino Redentor. Con todo, una circunstancia que hoy 13 de abril se nos presenta nos sugiere una opción nada despreciable. 

En efecto, un día como hoy, pero del año 1742, se estrenaba en Dublín (Irlanda) “El Mesías”, el célebre oratorio musical de Georg Friedrich Haendel, que representa, en tres memorable partes, el conjunto de la vida de Cristo, dedicando la segunda de ellas a la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión del Señor. 

Como sucede con todo el libreto de la obra, compuesto por Charles Jennens, los textos relativos a la Pasión están tomados de la Sagrada Escritura, y el pasaje seleccionado en este caso es, entre otros, nada menos que el célebre cántico del Siervo doliente (cap. 53 del libro de Isaías): “Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él. Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban. Nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado, y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros pecados, por los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados” (vv. 3-5). 

Ciertamente, la sola lectura del texto bíblico basta para conmover el ánimo de aquel que se acerca al mismo con espíritu de fe. Con todo, el intenso dramatismo que adquieren estas palabras al ser entonadas por el coro nos da una idea bastante clara de las posibilidades de la inspiración artística cuando se pone al servicio de la verdad religiosa, plasmando en signos sensibles el objeto de la fe. En efecto, en la sucesión de las notas se reflejan a un mismo tiempo la tragedia, la soledad, la compasión, el dolor y el arrepentimiento: “Eran nuestras dolencias las que él llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban”. 

En la espera de la Resurrección gloriosa, que llegará recién el próximo domingo, Dios mediante, sería bueno durante el transcurso de esta semana traer una y otra vez a nuestra mente este breve pasaje, en orden a profundizar la verdad que contiene: Cristo ha llevado la asunción de nuestra humana naturaleza hasta los extremos del dolor y la abyección, del sufrimiento y la muerte; en fin, Él “ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado”, como dice la carta a los Hebreos (4, 15). 

Que la Virgen Santísima, que como Madre dolorosa permaneció firme al pie de la Cruz, nos acompañe en este camino hacia la Pascua de su Hijo.

DOMINGO DE RAMOS, DÍA DE HOMENAJE A CRISTO REY


12/4/14

RECONCÍLIATE CON DIOS ...


No vivas nunca en pecado. Si tienes la desgracia de caer, ese mismo día haz un acto de contrición perfecta, y luego confiésate cuanto antes. No lo dejes para después”.

(P. Jorge Loring)

¿De qué te sirve diferir mucho la confesión o la comunión? Púrgate cuanto antes; escupe pronto el veneno y, a toda prisa, toma el contraveneno, y te sentirás mejor que si por mucho tiempo lo difirieras
(P. Tomás de Kempis)

+ Domine Iesu Christe, Fili Dei, miserere mei, peccatoris (m.) / peccatricis (f.)


Para mayor información (PRESIONE AQUÍ)

10/4/14

UN NUEVO PROYECTO DE LEY DE ABORTO ES PRESENTADO EN EL CONGRESO NACIONAL


Un grupo de sesenta diputados nacionales presentó el día de ayer, miércoles 9 de abril, un proyecto de ley pro-aborto, para ser debatido en el Congreso Nacional. Dicho proyecto ha sido elaborado por trescientas organizaciones reunidas en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y apoyado por las firmas de más de sesenta diputados, que fueron quienes lo presentaron ayer al debate parlamentario. El grupo está conformado por legisladores de distintos partidos, si bien casi la mitad de ellos pertenecen al Frente para la Victoria, representante del oficialismo. A pesar de ello, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, señaló que el tema del aborto no pertenece a la agenda del Gobierno, que, aseguró, "ni promueve ni impulsa su despenalización". 

La primera iniciativa en orden a obtener la despenalización del aborto fue llevada por primera vez al Congreso Nacional en el año 2005. El presente proyecto, concretamente, ya ha sido presentado en cinco ocasiones, sin registrar avances, aunque es de temer que el éxito parlamentario no le será negado por mucho tiempo más, a juzgar por la composición ideológica de las distintas Cámaras, fiel reflejo del elevado grado de corrupción moral e intelectual que afecta al mundo en general, y en particular a nuestro país. En efecto, se viene observando desde hace ya tiempo entre los candidatos una clara orientación hacia posturas más “abiertas” en relación al tema del aborto. 

Bajo el aberrante lema de "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir", en el que parece sintetizarse el cúmulo de inmoralidades en torno a la materia que se promueven desde la política, el proyecto busca que se llegue a permitir el aborto durante las primeras doce semanas de gestación, y el acceso a la práctica gratuita de la intervención médica en el sistema de salud público y privado, sin autorización judicial previa. Establece, asimismo, que se podría interrumpir el proceso de gestación si el embarazo fuese producto de una violación, si estuviera en riesgo la salud de la madre, o si existiesen malformaciones fetales graves. 

Como es sabido, el aborto está (lamentablemente) despenalizado en la legislación argentina solo en el doble supuesto de que corriera peligro la vida de la madre, o bien de que el embarazo fuera el fruto de una violación a una mujer idiota o demente (cfr. Código Penal de la Nación Argentina, art. 86, inc. 1-2). Sin embargo, ya desde hace años se han multiplicado las autorizaciones judiciales, una de ellas incluso de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (marzo de 2012), en orden a realizar una práctica que, por lo demás, se lleva a cabo clandestinamente con frecuencia en los centros de salud. 

Es precisamente con motivo de esta clandestinidad de hecho en que se practican los abortos que, a la hora de efectuar su reclamo, se apoyan las organizaciones abortistas, entre otras cosas, en la pretendida base de que es esa circunstancia la que eleva la mortalidad materna en el país, en la medida en se calculan (en un cifra grotesca y deliberadamente inflada) unos 500.000 abortos clandestinos por año. 

Pero todos estos pseudo-motivos, alegados con error y engaño, no serían suficientes sin la cada vez más difundida convicción de que lo que se halla en juego aquí es el ejercicio de un derecho, vale decir, el presumido derecho al aborto, un “derecho humano fundamental”, como afirmó el diputado de la UCR Manuel Garrido, quien también se refirió a la cuestión como “una de las asignaturas pendientes de estos 30 años de democracia”, inaugurados estos por su alma mater Raúl Alfonsín. 

A despecho de su ignorancia y brutalidad, el legislador confirma inconscientemente aquello que intuía Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae acerca de la democracia moderna, a saber, que “no falta quien considera [el] relativismo como una condición de la democracia, ya que sólo él garantizaría la tolerancia, el respeto recíproco entre las personas y la adhesión a las decisiones de la mayoría, mientras que las normas morales, consideradas objetivas y vinculantes, llevarían al autoritarismo y a la intolerancia” (n. 70).

7/4/14

EL CREDO COMENTADO POR SANTO TOMÁS DE AQUINO - ARTÍCULO 1


Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.


10. La primera verdad que todos los fieles deben creer es que existe un solo Dios. Debemos, pues, considerar qué significa esta palabra: "Dios", que no es otra cosa que Aquel que gobierna y provee a todas las cosas. Por lo tanto, creer que Dios existe es creer que Él gobierna todas las cosas de este mundo y provee a su bien.

Al contrario, creer que todo sucede al azar, es no creer en la existencia de Dios. Sin embargo nadie hay tan insensato que no crea que los seres de la naturaleza son gobernados, ordenados y sometidos a una providencia, ya que se suceden según un orden determinado y según el ritmo de los tiempos.  Vemos, en efecto, cómo el sol, la luna, las estrellas y todos los otros seres de la naturaleza guardan un curso determinado, lo cual no sucedería si dependiesen del azar. En consecuencia si hubiere alguien que no creyere en la existencia de Dios, ese tal sería un insensato. Dice el Salmista: Dijo el necio en su corazón: no  existe Dios (Ps. 13, 1).

11. Sin embargo hay algunos que aún cuando creen que Dios gobierna y dispones las cosas naturales, niegan la acción de la Providencia de Dios sobre los actos  humanos, es decir, no creen que los actos humanos están gobernados por Dios. Aducen como razón el hecho de ver cómo en este mundo los buenos sufren y los malos prosperan, de donde pareciera que no hay providencia divina respecto de los hombres; por lo cual hablando en nombre de ellos se dice en el Libro de Job: Dios esta escondido allá entre las nubes, y se desinteresa de nuestros asuntos (22, 14).

Los que así piensan son muy estúpidos. Pues a ellos les ocurre como si algún ignorante en medicina viere al médico recetar a un enfermo agua, a otro vino, conforme lo piden las reglas de la medicina, y creyere, en su ignorancia, que eso lo hace el médico al acaso y no por un justo motivo.

4/4/14

VIDEO DE LA CONFERENCIA DEL PADRE ALFREDO SÁENZ S.J. "PATRIOTISMO, UNA VIRTUD OLVIDADA"


Conferencia brindada por el Padre Alfredo Sáenz S.J. en el Colegio Calasanz de Buenos Aires el viernes 21 de marzo de 2014. Con este evento la Acción Nacional Católica (ANC) inició su "Ciclo 2014" de conferencias.

Agradecemos al Padre Alfredo Sáenz por la excelente disertación, al Padre Ernesto Hermann por prestarnos gentilmente las instalaciones del Colegio Calasanz y al "Canal Tlv Uno" por la filmación, edición y difusión del presente video.


3/4/14

EL ACTIVISMO LGBTIQ AHORA VA POR LA CONQUISTA DE LA IGLESIA

La pareja sodomita y Cuerva posan escandalosamente
en el altar de la Iglesia Santísimo Sacramento
Por Sergio Argentino

A menos que exista un contundente rechazo a la intromisión del activismo gay bajo el manto de la no discriminación, en un lapso de tiempo incierto, las prácticas homosexuales podrían encontrar aceptación de hecho, aunque no oficialmente, en la Iglesia.

El lobby gay trabaja sin cesar para lograr una completa aceptación de sus prácticas. Resulta para ellos atractivo el hecho de colaborar, junto a otras fuerzas opositoras a la Iglesia Católica, su destrucción total para lograr, a largo plazo, la instauración de una única “religión” alternativa a la católica, o sea la apostasía total. 

Es así como han encontrado un “bache” o puerta de entrada para enfilarse como “católicos”: el bautismo de sus “hijos”. Las comillas deben acentuarse dado que en una pareja de homosexuales es imposible la concepción de nuevas vidas, por razones lógicas. Pero ellos llaman “hijos” a niños que por una importante suma de dinero son traficados desde la India o de países pobres mediante la violatoria práctica de identidad biológica que ellos llaman con el eufenismo de“maternidad subrogada”. 

En 2012, el Sr. Flor de la V bautizó a dos mellizos, que fueron comprados en Estados Unidos, e inscriptos aquí en Argentina como sus “hijos”. El sacerdote Jorge García Cuerva que los bautizó expresó que “la ley dice que Flor de la V es la mujer de su marido y juntos son los padres de los niños”, y que además “Florencia es muy religiosa”. 

No sé a qué ley se atañe el sacerdote en cuestión. Todo católico debe respetar una única ley: la Divina. Si la ley emanada por los legisladores coincide o no se opone a la anterior, entonces debemos respetarla. De lo contrario lo correcto es oponerse. 

Siguiendo el razonamiento de este sacerdote, si la ley en algún momento dice que un embrión no es persona humana, entonces la Iglesia debe forzadamente apoyar el aborto… Lo cual es intrínsecamente ilógico. 

Pero ahora resulta que el obispo de Córdoba, Monseñor Ñañez, autorizó el bautismo de un niño cuyas “madres” son dos lesbianas. Y la noticia ya se nacionalizó, según rezan los principales periódicos nacionales: (VER). 

Vale aclarar una cuestión y la vamos a resaltar para que quede claro, porque muchos católicos confundidos de buena Fe no lo entienden: 

LA OPOSICIÓN NO ES AL BAUTISMO EN SÍ, PUES LOS NIÑOS DEBEN GOZAR DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO, INDEPENDIENTEMENTE DEL ENTORNO DISTORSIONADO EN EL QUE VIVEN. 
EL PROBLEMA ESTÁ EN LA MEDIATIZACIÓN Y EL USO DE UN SACRAMENTO RELIGIOSO PARA HACER BANDERÍA POLÍTICA. 

Para los que dudan de ello, léase la nota en cuestión: las dos “madres” quieren que Cristina Kirchner sea la madrina ¿Cuál es la intención entonces de semejante descalabro? ¿Qué la niña reciba el bautismo o que la Iglesia acepte esta atrocidad? 

Como se expresó al principio de la nota, no solo es el lobby gay el que está detrás de todo esto, sino que dentro de la Iglesia hay enemigos que trabajan incansablemente por destruirla, son los denominados “lobos con piel de cordero”. Sin la colaboración y el consentimiento de ellos, esto no sería posible en absoluto. 

Finalmente vale aclarar que el fin de todo este circo tiene, además de destruir la Iglesia Católica, que la misma acepte el “matrimonio” LGBT y que en un futuro incierto de tiempo las parejas de este tipo reciban el Sacramento matrimonial. 

Nuestra misión como laicos es trabajar para lograr una Iglesia sana, limpia y cada día más Santa. En este tema tenemos dos opciones: o quedarnos de brazos cruzados y ver cómo avanza la destrucción de la Iglesia o, por el contrario, accionar según nuestros principios legítimos de defensa de nuestra Fe cristiana e intentar impedirlo ¿Con cuál de las dos opciones pensamos quedarnos?

2/4/14

GLORIA Y HONOR A NUESTROS HÉROES


Carta del Teniente Roberto Néstor Estévez (post mórtem Teniente Primero; Cruz al Heroico Valor en Combate -máxima condecoración militar de la Argentina-) a su padre:

"Querido papá: Cuando recibas esta carta, yo estaré rindiendo cuentas de mis acciones a Dios Nuestro Señor. Él, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de mi misión. Pero, ¡fijate vos qué misión! ¿No es cierto? ¿Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todos destinados a recuperar las islas Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre generoso, ha querido que éste, su hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es: que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo. Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza. Y, muy importante, que recen por mí. Papá, hay cosas que en un día cualquiera no se dicen entre hombres, pero que hoy debo decírtelas: gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor, gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy, y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, si Dios lo permite. Un fuerte abrazo. Dios y Patria, o Muerte. 
Roberto."

1/4/14

HACE 494 AÑOS JESUCRISTO SACRAMENTADO LLEGABA A LA ARGENTINA …


El 1° de abril de 1520, Domingo de Ramos, se celebraba (en donde hoy se encuentra Puerto San Julián, Provincia de Santa Cruz) la primera Santa Misa en el territorio argentino. 

¡Era la España de los santos y los héroes la que traía los Cielos a estas tierras…!

En estos tristes tiempos actuales, llenos de caos, confusión y oscuridad, el verdadero patriotismo aporta luz, y propone mirar nuestras raíces, para comprender quiénes somos, de qué estamos hechos.

Somos hijos del espíritu de la Reconquista, Gloriosa Cruzada Hispana; somos hijos del espíritu de Trento.

Volver la mirada hacia el origen de la Patria, no es sólo reafirmar nuestro Ser Nacional, es ante todo caminar hacia Dios.

¡Viva Cristo Rey!

EL ARZOBISPO DE CÓRDOBA AUTORIZA EL BAUTISMO DE UNA NIÑA ADOPTADA POR UN PAREJA DE LESBIANAS


Pocos días después de salir a la luz las lamentables declaraciones del vicario general de la diócesis de La Rioja, según las cuales no habría problema alguno en que una persona transexual oficiara de madrina de bautismo, nos sorprendió la semana pasada otra noticia no menos lamentable -aunque sí mucho más ruidosa y relevante-, cuya trascendencia para la vida eclesial argentina todavía es difícil de calcular, a saber: la autorización del arzobispado de Córdoba para la celebración del bautismo de Umma Azul, niña adoptada por una pareja de lesbianas, que se realizará, si nada lo impide, el próximo 5 de abril por la tarde nada menos que en la catedral Nuestra Señora de la Asunción, sede del arzobispo cordobés, quien habría dado él mismo en persona la autorización para la celebración bautismal, a cargo del párroco Carlos Varas. Por si esto fuera poco, el mismo día por la mañana la pareja recibirá el sacramento de la confirmación. 

Desde luego, el hecho ha sido noticia desde que se dio a conocer -si bien todavía la confirmación y el bautismo no se han celebrado-, y, como era previsible, la manipulación mediática se apoderó pronto del mismo a fin de interpretarlo como una “apertura” de la Iglesia al reconocimiento del “matrimonio igualitario”; lo cual no hace más que poner de manifiesto la peligrosísima y negligente ambigüedad de un gesto calificado de “pastoral”, como se dice echando mano de un término lo suficientemente vago como para justificarlo todo. Por lo demás, se han dejado simplemente de lado los requisitos elementales que la Iglesia señala tanto para el bautismo (Canon 868 § 1 del CIC: “Para bautizar lícitamente a un niño se requiere:… 2º que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica; si falta por completo esa esperanza, debe diferirse el bautismo, según las disposiciones del derecho particular, haciendo saber la razón a sus padres”), cuanto para la confirmación, que como sacramento de vivos debe ser recibido en estado de gracia. 

A pesar de la perplejidad que suscita entre los católicos fieles esta determinación del arzobispo cordobés, no es posible dejar de advertir que la misma se halla en continuidad con la sistemática falta de claridad que desde hace años es cada vez más frecuente en la conducción de la jerarquía eclesiástica, y que, más que ninguna otra cosa, deja el sabor amargo de la claudicación ante los criterios del mundo, allende todos los motivos de naturaleza pastoral que se pretenden invocar para evadir, en definitiva, la responsabilidad del testimonio de la verdad. Por el contrario, en este caso como en otros, la supuesta benevolencia del gesto no hace más que colocar entre paréntesis la reiterada enseñanza de la Iglesia sobre la materia, y es de creer que escaso será el fruto, cuando la exhortación a conformar la propia vida con el Evangelio brilla por su ausencia. 

En este contexto, sigue siendo nuestro deber como católicos el permanecer fieles a la Iglesia, y el ofrecer nuestras vidas por el reinado de Jesucristo, rezando a Dios y a su Santísima Madre en medio de la aflicción. En el día de la fecha, el ejemplo del beato mártir Anacleto González Flores nos ilumina y fortalece con su grito de “¡Viva Cristo Rey!”, y por eso es también a él a quien nos encomendamos.